hoy no esperen una info ..que diga boldt un nuevo negocio ,,,MAS BIEN BOLDT YA TIENE SUS NEGOCIOS solo intepreten lo que esta cantado
y seguro quieren saber como vendrán los balances ? vendrán uno mejor que el otro durante unos años las noticias suelen tener su lado de interpretación ... ya que encierran un mensaje anticipado ,,por ej ....el que pueda lea esta nota
Y MIREN SI BOLDT NO LA ESTA LEVANTANDO CON PALA ....MIREN EL FINAL DE LO QUE DEJA EL JUEGO TREMENDO NEGOCIO MILLONARIO Y MIREN A BPLAY
De la isla de Malta al conurbano: quién es quién en el juego online, que mueve USD 2.500 millones por año
Multinacionales, barones locales y loterías provinciales se reparten el negocio de las apuestas en internet.
Por Esteban Rafele
18 de julio de 2024
El sitio de apuestas Betano selló un acuerdo con FIFA y se convirtió en el principal sponsor de la Eurocopa y la Copa América, los dos torneos de selecciones más importantes que se jugaron este año. Su marca apareció todo el tiempo. La señal DSports –que transmitió toda la Copa América– contaba, minutos antes de cada partido, cuánto pagaba cada posible resultado. En los entretiempos, ese logo naranja, estridente, cedía lugar a publicidades de sus competidores. Entre ellos Betwarrior, sponsor de la Selección Argentina. Dibu Martínez promocionaba a Bplay para apostar en el país. Otras marcas mostraban divertidos y triunfantes apostadores de Perú, Uruguay y otros países de la región. Al reinicio de la competición local, la liga César Luis Menotti, un reconocimiento al DT campeón del mundo que murió el 5 de mayo, pasará a llamarse Liga Betano. La juegan Boca, con Betsson en el pecho de su camiseta, y River, con Codere. En las redes, un enjambre de influencers y periodistas publicitan otro montón de sitios de apuestas, muchos de ellos no registrados.
Las casas de apuestas deportivas colonizaron el fútbol mundial y pisan fuerte en el país. Las apuestas y los juegos de azar online mueven en Argentina al menos 2.500 millones de dólares por año, según estimaciones de Cenital en base a datos oficiales de la AFIP, agencias de recaudación provinciales e información de las empresas registradas. Entes reguladores y sitios de apuestas coinciden en que el 80% del negocio es ilegal, generalmente a través de grandes operadores ubicados en el exterior que escapan tanto de las regulaciones para apostar como del pago de impuestos.
Y es una estimación conservadora: apenas un poco superior a lo que el juego online habría canalizado en 2023, U$D 2.300 millones (siempre al dólar oficial). Entre un año y otro, el tipo de cambio oficial promedio subió más de 200% y las apuestas siguieron en aumento. Es lo que muestra la recaudación de impuestos asociados a estas transacciones, que crece muy por encima de la inflación mes a mes. Esto puede ser porque una porción cada vez mayor de la torta del negocio es legal, o porque la torta crece y hay porciones más grandes para cada uno.
Según datos de la AFIP, la recaudación por el impuesto indirecto a apuestas y juegos online –que grava con 5% promedio los depósitos de los apostantes en cuentas de juego registradas– totalizó $9.280 millones solo entre enero y mayo, mientras que en todo 2023 significó $7.323 millones. En Mendoza, la provincia que informa sobre ingresos asociados al juego con mayor detalle, la facturación de las empresas registradas creció 25% entre mayo y abril y 18% entre abril y mayo. En la provincia de Buenos Aires estimaron que los recursos asociados al juego online legal aumentan entre 14% y 18% por mes. La administración de Axel Kicillof informó que las empresas registradas facturan, en conjunto, $20.000 millones mensuales. Eso permite estimar que todo el negocio legal e ilegal representa, en la provincia, unos U$S 1.300 millones al año.
Los juegos de azar anteceden a la Constitución y su regulación está en cabeza de cada provincia. Ellas definen los canones y los impuestos que se les cobran a las empresas registradas. Desde 2018, los distritos empezaron los procesos para otorgar licencias de juego online. Cada provincia avanzó con su propio esquema, pero, en la práctica, las marcas internacionales entraron de la mano de un socio local. Esos socios locales son los barones de los juegos de azar “físicos”: concesionarios de casinos y dueños de bingos, como Federico De Achával, dueño del Hipódromo de Palermo, Antonio Tabanelli, de Boldt, Daniel Angelici y su socio Daniel Mautone, de Casino Victoria.
En Cenital nos importa que entiendas. Por eso nos propusimos contar de manera sencilla una realidad compleja. Si te gusta lo que hacemos, ayudanos a seguir. Sumate a nuestro círculo de Mejores amigos.
El boom ocurrió durante la pandemia. En paralelo, la provincia de Buenos Aires (que concentra aproximadamente 50% del negocio, según fuentes del sector) consolidaba el otorgamiento de siete licencias, en un proceso que inició la gestión de María Eugenia Vidal y que continuó Kicillof. De esas siete, seis están operativas, en manos de Bplay, Betwarrior, Betsson, Bet365, Betano y SportsBet.
Para los gobiernos se trató de un paso necesario para regular y recaudar en un negocio creciente en el país, la región y el mundo. Un tren de frente que podía dejar un buen dinero en las administraciones provinciales.
Ese tren se va encarrilando sobre la marcha: recién a fines de junio, la Ciudad de Buenos Aires anunció que bloqueaba el acceso a 772 URL de páginas legales e ilegales desde la red WIFI de las escuelas públicas porteñas. Una semana después, la provincia de Buenos Aires fortificó los mecanismos de control y acreditación de identidad para ingresar a las plataformas de juego legales y bloqueó las direcciones de IP en colegios.
En paralelo, las agencias de lotería provinciales, nucleadas en ALEA, y las casas de apuestas registradas, que forman parte de la Cámara de Salas de Casinos y Bingos (Cascba), lanzaron una campaña para fomentar el juego legal e iniciaron un raid de denuncias contra sitios informales. Las empresas le dieron una nueva vida a la Cascba –su sitio web quedó congelado en 2018– ante la efervescencia del debate público sobre las apuestas y la decena de proyectos de ley que comienzan a tratarse en el Congreso para regular la publicidad.
La banca
Las grandes casas de apuestas globales que formalizaron su presencia en el país entraron de la mano de socios locales por regulación, capacidad de lobby y conocimiento del paño. En Argentina se conformó un mercado legal sin liderazgos claros, pero con un puñado de protagonistas que se reparten buena parte del juego registrado y que ganaron presencia con una fuerte inversión en publicidad en medios de comunicación tradicionales y clubes de fútbol.
Ahí está Betwarrior, la firma de la compañía griega Intralot que se asoció a los dueños del Hipódromo de Palermo y se convirtió, a mediados de 2022, en sponsor oficial de la Selección Argentina de Fútbol. ¿Cuánto puso? Fuentes ligadas a la empresa no lo dicen, pero aseguran que menos que los U$S 7,5 millones que le pagó Betsson a Boca para estar en su camiseta por un año y medio. O que los U$S 12 millones que pagó Codere por estar en el pecho de la camiseta de River por cuatro años.
Bplay es la marca de Boldt, la empresa de Tabanelli que opera el casino Trillenium, entre otros, y que creció con una presencia agresiva en camisetas de fútbol y con un contrato con la liga argentina por U$S 780.000 por año, según La Nación. Como referencia, Vélez anunció que dio de baja un contrato de publicidad de Bplay por U$S 400.000 anuales.
Betsson irrumpió tiempo atrás con sponsoreo en Boca y en Racing. Su socio local es Casino Victoria, ligado a Daniel Mautone y a Daniel Angelici, dos hombres de larga trayectoria en el negocio del azar. Este gigante del mundo de las apuestas tiene nacionalidad sueca, pero opera en Argentina a través de Betsson Malta.
El cuarto grande, aunque cada vez más grande, es Betano. También de origen griego, la firma de Kaizen Gaming se convirtió en sponsor de la Eurocopa, de la Copa América de la liga brasileña y anunció que la liga argentina pasará a llamarse Torneo Betano 2024, lo que abre un frente de conflicto con Bplay, sponsor del torneo. Al igual que Betsson, está asociada a empresas de Mautone y Angelici a través de la firma Insipia Ltd., radicada en Malta.
Otra firma importante del juego registrado es Bet365, de origen británico. Opera en la Argentina en sociedad con Pasteko SA, de Gastón Stefani, con actividad en bingos de Berazategui y el Casino de Tandil. Como Betsson y Betano, fijó domicilio en Malta, donde está radicada Hillside SA.
Malta era, al menos hasta diciembre, el paraíso elegido por las empresas del juego online del mundo. Había otorgado más de 250 licencias a multinacionales para que operaran, desde ahí, de manera global. Sus escasos controles hicieron que la radicación de estas compañías llegase a representar más del 10% de su PBI.
Para las empresas locales, la llegada del juego online abre un nuevo mundo de posibilidades, complementario al de los casinos y bingos. Los públicos son distintos. Fuentes del sector le dijeron a Cenital que el apostador “físico” que va a tragamonedas y otros juegos de azar tiene una edad promedio de 60 años. El juego online registrado apunta a un público de entre 25 –según dicen– y 40 años.
La expansión del juego online contrasta con el amesetamiento y la crisis del juego tradicional, atada a la recesión, explican fuentes del sector. En la pandemia, el auge de las apuestas en línea ocurrió con bingos y casinos cerrados. En la actualidad, “salir a jugar” como entretenimiento (similar a ir al cine o al teatro) siente el impacto del bolsillo. Supone salir de casa, quizás ir a comer y terminar pasando un rato frente a los tragamonedas.
Legal / ilegal
Desde Malta operan, también, empresas no registradas en Argentina. Son las que no validan la identidad de los usuarios cuando se registran y que, por lo tanto, permiten las apuestas de menores de edad. Estos sitios concentran unas 11 millones de las 14 millones de cuentas que existen en el país, según datos de Similarweb que difunden empresas registradas (una aclaración: la existencia de esta cantidad de registros no significa que haya 14 millones de apostadores. Un apostador asiduo puede estar anotado en distintas plataformas y un usuario registrado puede no haber apostado nunca).
Las empresas registradas dicen que la explosión de publicidad en eventos deportivos y medios de comunicación busca competir con las casas de apuestas ilegales. “No nos interesa sumar nuevo público, sino que el que ya apuesta lo haga en sitios legales”, argumentó una fuente del sector privado.
Es la línea que empiezan a repetir, también, algunos diputados en las reuniones de comisiones en las que comenzó a discutirse la regulación de la publicidad. Las autoridades de loterías provinciales, en sintonía con las empresas, también impulsan una normativa no prohibitiva, en momentos en que Europa avanza con una muy fuerte restricción a la publicidad en camisetas y estadios de fútbol.
En esas discusiones en el Congreso se difundió que las casas de apuestas pautaron publicidad en medios tradicionales por $7.300 millones en 2023. Es un dato suelto que se suma a la cantidad de billetes que destinan a publicitar en el fútbol y, en menor medida, en otros deportes. No existe un parámetro de cuánta plata se destina a difundir el juego. “La publicidad va a bajar cuando caiga el juego ilegal. Nuestro escenario es de dos años perdiendo plata”, indicaron en una de las empresas líderes.
Los medios tradicionales y online, inmersos en su propia crisis, ven en las casas de apuestas botes de salvación. Una persona del negocio cuenta que el precio de una pauta de gambling puede triplicar a la de otro segmento. Un sitio, legal o no, le puede ofrecer a un periodista deportivo activo en redes una pauta que supere su salario en un medio de comunicación.
La guerra mediática es sin cuartel. En paralelo al boom en pantallas y sitios online, hay batallas para conseguir o restringir que los influencers publiciten en redes sociales. Uno de ellos –que rechazó la jugosa oferta– explicó la mecánica a Cenital. La empresa (del exterior) propone un código asociado para que el influencer publicite y distribuya las pérdidas de los apostadores en partes iguales con el promotor. Cuanto más apuestan, más pierden. Cuanto más pierden, más cobra la celebrity.
En ese barro, las loterías y las casas registradas también buscan que el Poder Judicial actúe para bloquear los sitios de juego ilegal. La cámara del sector aceleró una denuncia en la Ciudad de Buenos Aires para dar de baja 254 plataformas no registradas en la semana del 19 de junio. Buscan que un fiscal obligue al Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) a que bloquee el acceso a esas URL a nivel nacional. Cascba dice que tiene otras 100 webs en la mira.
La Lotería de la provincia de Buenos Aires, que encabeza Gonzalo Atanasof, aceleró 93 denuncias penales contra sitios no registrados. Una sola denuncia, dicen, concentra movimientos de dinero de entre $6.000 y $7.000 millones por mes.
El escenario legal es complejo, explicaron en esa agencia. Las páginas no tienen permiso para operar en Argentina, pero están registradas en Malta, Curazao y otros países con legislación accesible. Esas webs responden a operadores grandes, la mayoría europeos, que, al ser advertidos, replican que tienen contratos vigentes con sociedades registradas en esas islas.
Los impuestos
Si la estimación -conservadora- que hizo Cenital es correcta y el 20% del juego online está registrado, los fiscos nacional y provinciales recaudarán sobre una masa de apuestas de unos de unos U$S 500 millones en 2024. Según fuentes de Cascba, el 70% de ese dinero vuelve en impuestos.
Además del impuesto indirecto y otros tributos nacionales, como Ganancias e IVA, las empresas pagan, en cada jurisdicción, un canon y una alícuota de Ingresos Brutos que varía de un distrito a otro. En la Ciudad de Buenos Aires, las empresas pagan un canon del 7% e Ingresos Brutos (sobre facturación) de 6%. La Ciudad proyecta recaudar, durante 2024, $7.724 millones por estos conceptos.
La provincia de Buenos Aires no quiso informar cuánto recauda por el juego online. El distrito que representa el 50% del negocio les cobra a las empresas 15% de ingresos brutos y 10% de canon, aunque este se define sobre la utilidad y termina siendo menos importante como vehículo de recaudación. La gestión de Kicillof quiere rediscutir ese canon.
Se estima que la provincia de Buenos Aires recauda en un mes lo que Córdoba junta en un semestre. En Córdoba, el juego online registrado comenzó a fines de 2023. En enero y febrero, la provincia detalló que las empresas facturaron el equivalente a 7 millones de dólares. Sobre esa masa, PBA cobra canon e Ingresos Brutos del 12%.
Los fiscos ven la expansión del juego legal como una caja que permite moderar, muy en el margen, la caída de la recaudación general, asociada a la recesión, y el frenazo en las transferencias de recursos desde la Nación.
La contracara de esa necesidad de recursos se ve en las señales de alerta que se disparan desde escuelas de todo el país, públicas y privadas. Las provincias y las empresas que ponen millones de pesos en publicidad creen que, con estas campañas, podrán atraer a los apostadores a los sitios autorizados, que solo admiten a mayores de 18 y tienen políticas para paliar la ludopatía.