Por si aún no lo leyeron, en la reunion Templeton Unidad Ciudadana se le dijo al fondo que si gana cristina no habra default solo renegociacion.
los financistas fueron a la única pregunta que les quita el sueño: que pasará con sus tenencias de títulos públicos en el caso que Cristina Fernández de Kirchner vuelva a la presidencia.
Más concretamente, si está en los planes de un eventual nuevo gobierno kirchnerista declarar unilateralmente un nuevo default. De la respuesta que obtuvieran, dependería si la decisión final de la aventura de estos fondos en el país terminaba en estas semanas, con pérdidas millonarias; o si cabría la posibilidad de esperar a ver si la inversión, en el largo plazo, terminaría siendo un negocio.
La respuesta recibida fue algo tranquilizadora. Los dos interlocutores kirchneristas, ambos de llegada directa y absoluta confianza con la expresidenta,
afirmaron que la intención es reconocer todas las deudas contraídas durante el gobierno de Mauricio Macri, incluyendo tanto las derivadas con el stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como las colocaciones voluntarias de deuda privada en los mercados locales y mundiales.
Hubo una argumentación clave. Ambos embajadores de la exjefa de Estado reconocieron que la situación actual de la deuda externa no puede ser relacionada con la de diciembre de 2001. Se mencionó que en aquel tiempo, la declaración del default unilateral en la presidencia de Adolfo Rodríguez Saá incluía un conjunto de bonos que en un gran porcentaje habían sido contraídos durante la última dictadura militar; con lo que se justificaba políticamente una negociación amplia y dura.
Como contrapartida, la nueva deuda fue contraída por un gobierno democrático asumido con el voto popular y luego del canje de deuda más grande de la historia mundial, protagonizado además en dos etapas del kirchnerismo. Este pasivo tiene entonces, a los ojos del kirchnerismo, una legitimidad que diferente con la del anterior default. En definitiva, los dos interlocutores le dejaron claro a los visitantes una máxima que se cumpliría en un eventual gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: la deuda privada se respetará y bajo ningún punto de vista, se negará.
Lo que no quiere decir que en la deuda de corto y mediano plazo, no pueda haber algún llamado a renegociación de vencimientos; pero de manera voluntaria y de “buena fe” entre las partes. Obviamente no hubo mayores precisiones sobre la profundidad y velocidad de esas eventuales negociaciones, pero hubo insistencia en la frase “buena fe”.
https://www.ambito.com/kirchnerismo-y-t ... s-n5023520