Siempre hay que tener en cuenta que los economistas que escriben en diarios, portales y hablan en la televisión tienen sus propias
consultoras, las cuales cuanto más complicada es la situación más consultas reciben (sobre todo del exterior) y más facturan.
Todos aprovechan para agitar a la gente, en forma consciente o inconsciente. También los periodistas tienen más rating o más
tráfico, en la convulsión que cuando todo está en calma. El público con miedo se comporta igual que una manada de búfalos y no hay
razón que valga para frenarlos, pero NO es inevitable que eso ocurra, si se los concientiza que se informen con diversas fuentes.
En 2001, el gran problema fue el brutal descalce de monedas entre deudores y acreedores privados: Hipotecas tomadas en dólares
por particulares con ingresos en pesos y Bancos fondeados en pesos que prestaban dólares a empresas con cash flow en pesos.
Todo eso implicaba liso y llano la quiebra del sistema bancario, de numerosísimos particulares y grandes empresas, con trabajadores.
