Máximo escribió:Obviamente hay que seguirla de cerca, esto es día a día, pero a mí me gusta lo que está haciendo Ggal. Estuvo bien esta rueda. Cuando hay un baja fuerte, lo primero, antes de empezar a subir --si es que se va a subir-- es parar de bajar. Esto es siempre así, salvo en los casos en que en medio del sell off aparece un driver sorpresivo que da vuelta radicalmente las expectativas y entonces se produce una de esas vueltas en V que asesinan vendidos. Pero si no hay vuelta en V, hay primero un rebote más o menos importante y luego un movimiento de retorno a los mínimos que no necesariamente deben ser alcanzados otra vez, sólo moverse en dirección a ellos. Hay que testar si en esos niveles queda tanta venta como la que hubo que superar en el primer arribo. ¿Se siguen animando a vender ahí? ¿La siguen jugando para abajo? ¿Todavía tienen fuerza o los barrimos? Hasta ahora GGAL hizo volúmen fuerte el día del mínimo, al siguiente subió con contracción y hoy bajó levemente contrayendo también. Interesante. Si los vendedores decaen la compra se agranda, suma gente, se potencia y entonces quizá, las cosas ya no se vean tan mal, la niebla se disipe, la zanahoria se haga visible y comience una suba. No hay que olvidar que la tendencia de fondo es aún alcista y así como toda baja comienza como una mera "toma de ganancias", toda suba principia como un vulgar rebote.
Cada uno la operará como mejor le parezca, yo sigo creyendo que la tendencia de fondo nunca dejó de ser alcista y que lo que generalizadamente se pensaba era un simple rebote fue el comienzo de una nueva pierna alcista con destino a nuevos máximos que veremos si logramos alcanzar. En este contexto, toda baja debería ser corta (no más de una rueda, rueda y media) y sería oportunidad de compra. Hasta ahora se volvieron a equivocar los lotes, tal como señalalábamos el 23/12 que suele suceder. Toda esta suba fue con volatilidades implícitas muy bajas y siguen muy bajas aún. Es increíble que te regalen los puts sintéticos como lo vienen haciendo. No le creen a la suba los vendidos, van rolleando y, por lo general, cierran cuando no dan más y están ahorcados por la exigencia de garantías que crecen exponencialmente a medida que el papel sube. Entonces, en plena euforia y con la soga al cuello pagan volatilidades que asustan. El cuento de nunca acabar, aunque a veces --pocas-- les salga bien.