Mensajepor beto1177 » Mié May 25, 2011 5:06 pm
paso la nota de Wende....
El Gobierno deberá volver a buscar financiamiento en los mercados en 2012, ya que no le alcanzará con utilizar reservas para pagar los vencimientos de deuda. Así lo sostuvo un extenso informe realizado por Bank of America-Merrill Lynch, en el que explora el escenario poselectoral.
«Quedan pocas reservas para el pago de la deuda», es el título del trabajo, cuya conclusión es contundente: el año que viene los vencimientos ascenderán a u$s 18.500 millones, por lo que será muy poco factible evitar el acceso al mercado de financiamiento voluntario. Claro que dependerá de las tasas que deba pagar la Argentina para poder colocar un bono en dólares.
La estimación de los pagos incluye intereses, amortización de capital y un nuevo pago del cupón PBI (que en este último caso se estará acercando a los u$s 3.000 millones si el crecimiento de este año es mayor que el 6%). La cifra supera largamente los u$s 6.500 millones utilizados para vencimientos de 2009 y unos u$s 9.700 millones de este año.
Un informe de la consultora Econviews, que dirige Miguel Kiguel, estimó que este año habrá caída neta de reservas, debido a que las compras de divisas por parte del BCRA no son tan abultadas debido a la fuga de capitales y a que el pago de vencimientos es elevado. Por lo tanto, la caída de reservas de este año llegaría a los u$s 2.300 millones y el stock terminaría por debajo de los u$s 50.000 millones. La misma estimación realiza el BoFA: «Estimamos que el nivel de reservas de 2011 terminará entre u$s 48.000 y 49.000 millones. La caída se producirá probablemente en el segundo semestre del año».
Si bien queda la posibilidad de recurrir al financiamiento intrasector público, esto tampoco sería suficiente para atender los vencimientos que hay el año que viene.
Ante este escenario más desafiante, el informe de BoFA-Merrill Lynch plantea una serie de escenarios alternativos para que el peso de la deuda no provoque mayores trastornos en la economía:
Ajuste fiscal: «Esperamos -indica la entidad- que se reduzca el gasto en subsidios y en infraestructura el próximo año. Nuestros pronósticos incluyen un leve incremento del balance primario al 0,5% del PBI en 2012 desde el 0,3% este año. Pensamos -concluye- que esto es un piso para el ajuste fiscal necesario para 2012».
El Gobierno deberá volver a buscar financiamiento en los mercados en 2012, ya que no le alcanzará con utilizar reservas para pagar los vencimientos de deuda. Así lo sostuvo un extenso informe realizado por Bank of America-Merrill Lynch, en el que explora el escenario poselectoral.
«Quedan pocas reservas para el pago de la deuda», es el título del trabajo, cuya conclusión es contundente: el año que viene los vencimientos ascenderán a u$s 18.500 millones, por lo que será muy poco factible evitar el acceso al mercado de financiamiento voluntario. Claro que dependerá de las tasas que deba pagar la Argentina para poder colocar un bono en dólares.
La estimación de los pagos incluye intereses, amortización de capital y un nuevo pago del cupón PBI (que en este último caso se estará acercando a los u$s 3.000 millones si el crecimiento de este año es mayor que el 6%). La cifra supera largamente los u$s 6.500 millones utilizados para vencimientos de 2009 y unos u$s 9.700 millones de este año.
Un informe de la consultora Econviews, que dirige Miguel Kiguel, estimó que este año habrá caída neta de reservas, debido a que las compras de divisas por parte del BCRA no son tan abultadas debido a la fuga de capitales y a que el pago de vencimientos es elevado. Por lo tanto, la caída de reservas de este año llegaría a los u$s 2.300 millones y el stock terminaría por debajo de los u$s 50.000 millones. La misma estimación realiza el BoFA: «Estimamos que el nivel de reservas de 2011 terminará entre u$s 48.000 y 49.000 millones. La caída se producirá probablemente en el segundo semestre del año».
Si bien queda la posibilidad de recurrir al financiamiento intrasector público, esto tampoco sería suficiente para atender los vencimientos que hay el año que viene.
Ante este escenario más desafiante, el informe de BoFA-Merrill Lynch plantea una serie de escenarios alternativos para que el peso de la deuda no provoque mayores trastornos en la economía:
Ajuste fiscal: «Esperamos -indica la entidad- que se reduzca el gasto en subsidios y en infraestructura el próximo año. Nuestros pronósticos incluyen un leve incremento del balance primario al 0,5% del PBI en 2012 desde el 0,3% este año. Pensamos -concluye- que esto es un piso para el ajuste fiscal necesario para 2012».
Más adelantos transitorios: será necesario que el Central incremente la cifra de financiamiento al Tesoro. De acuerdo con el límite legal, puede incrementarse hasta el equivalente a u$s 4.800 millones en 2012, teniendo en cuenta el 12% de la base monetaria más el 10% de la recaudación.
Mayor depreciación del peso: el Central deberá aumentar el tipo de cambio más rápido para reducir el peso de la deuda. La estimación es que esa depreciación será del 9,3% este año y del 15% en 2012, «lo que llevaría el dólar a $ 5 para fines del año que viene», dice BoFA-Merrill Lynch. Un peso más débil aumentaría la relación entre las reservas y la base monetaria, dando lugar a un exceso de reservas que puede ser utilizado para el pago de deuda. «Hay riesgos sustanciales de una mayor depreciación del tipo de cambio en 2012», concluye.
Tendrá que aumentar la emisión de deuda: el Gobierno no tendrá otro remedio que recurrir a los mercados en 2012, ya que el financiamiento del sector intrapúblico será insuficiente para cubrir las necesidades de fondos relacionadas con los vencimientos de deuda.
Más adelantos transitorios: será necesario que el Central incremente la cifra de financiamiento al Tesoro. De acuerdo con el límite legal, puede incrementarse hasta el equivalente a u$s 4.800 millones en 2012, teniendo en cuenta el 12% de la base monetaria más el 10% de la recaudación.
Mayor depreciación del peso: el Central deberá aumentar el tipo de cambio más rápido para reducir el peso de la deuda. La estimación es que esa depreciación será del 9,3% este año y del 15% en 2012, «lo que llevaría el dólar a $ 5 para fines del año que viene», dice BoFA-Merrill Lynch. Un peso más débil aumentaría la relación entre las reservas y la base monetaria, dando lugar a un exceso de reservas que puede ser utilizado para el pago de deuda. «Hay riesgos sustanciales de una mayor depreciación del tipo de cambio en 2012», concluye.
Tendrá que aumentar la emisión de deuda: el Gobierno no tendrá otro remedio que recurrir a los mercados en 2012, ya que el financiamiento del sector intrapúblico será insuficiente para cubrir las necesidades de fondos relacionadas con los vencimientos de deuda.