Mensajepor Aleajacta » Jue Ene 14, 2010 3:51 pm
Aldo Ferrer sostuvo que esta descoordinación no produjo corrida cambiaria ni bancaria; los hechos respaldan esa opinión.
En consecuencia, los fundamentos son sólidos (Ferrer sostiene) o la expectativa a corto plazo de las figuras dominantes del mercado es que sí lo son. En ambos casos el resultado es el mismo.
Por lo tanto, si los bonos se recuperaron de este cimbronazo, aun cuando el mismo siga mediáticamente irresuelto, la expectativa en el mercado es claramente que los bonos no bajarán de precio, al menos en un plazo que permita salir con ganancia.
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No aproveché esta oportunidad para incrementar nominales, pero rescato algunas lecciones en lo que va del mes...
1. El canje sigue. Y, según precios y volúmenes, no estuvieron en duda ni el canje ni la posibilidad de default a corto plazo.
2. El refugio no fue el dólar. Pero no sé cuál fue.
3. Los bonos en dólares fueron más sensibles que los bonos en pesos (desvío estandar de las 19 especies más líquidas a precios de cierre de BCBA).
Yo esperaba que los bonos en pesos fueran los más sensibles. Para tener en cuenta que quienes están en bonos líquidos en dólares fueron más temerosos que quienes están en bonos líquidos en pesos.
4. Los bonos medios fueron más sensibles que los cortos, como se espera, pero también más sensibles que los largos, como no se espera (la excepción fue DICA).
5. RA13, RO15 y RG12 oscilaron más que lo esperado por sus DMs y por el histórico de 40 ruedas bursátiles de volatilidad que calcula el IAMC.
6. El desvío estándar del riesgo-país fue en enero el doble del bono con mayor desvío (DICA). Así que el riesgo-país está en efecto "apalancado" por otras variables desconocidas.
Aun así, como a mediano plazo refleja bastante bien las evolución de las cotizaciones promedio de los bonos, es otro indicador útil y exagerado.
7. Yo estoy en bonos ilíquidos (con la excepción parcial del BDED). Pero si voy a mirar pantallas diariamente para aprovechar lo que creo son oportunidades me conviene tener un % mayor de bonos líquidos.
La oportunidad de desprenderme de algunos ilíquidos la espero en contexto alcista o dos semanas antes del corte de cupón.
8. Miraré algo que muchos seguramente ya hicieron: la correlación entre precios de bonos y precios de acciones de bancos. Confiado en saber algo de bonos, si viera una correlación alta, podría creer que esa es una suave forma de introducirme en el mundo de las acciones y las opciones.
Si alguno ya observó este último punto, agradeceré sus comentarios.