MOLA es una excelente empresa pero está valorizada para lo que es el mercado argentino.
MOLI, por el contrario, esta subvaluada y un cambio en la política que muestre un claro sesgo exportador, puede elevar su valor hasta la estratosfera.
La debilidad de MOLI es que produce solo para el mercado interno, en sus 2 segmentos (en alimentos y bebidas las exportaciones no pasan del 10% de la facturación).
Sin ataduras internas en materia de fijación de precios y con una exportación fluida por eliminación de cupos, su tasación seguirá aumentado con fuerza.
