Mensajepor jose enrique » Sab Ene 16, 2021 4:33 pm
de econojournal.......
......Quién capturará la suba de tarifas?
En caso de que reciba la instrucción política de actualizar los cuadros tarifarios, con subas inferiores al 10%, la intención del Enargas es que esa recomposición la capturen las empresas gasíferas vía Valor Agregado de Distribución (VAD). Una suba del 9% en la factura final que pagan los usuarios alcanzaría para incrementar el VAD que cobran las distribuidoras en alrededor de un 25 por ciento.
Eso implicaría que no haya cambios en el precio del gas en boca de pozo que está incluido en las tarifas. Si prima la mirada del ente regulador, el precio del gas que reciben las petroleras vía tarifas seguiría congelado. El gobierno debería, en ese caso, cubrir con más subsidios la brecha que se genere entre el precio en pesos cargado en las tarifas y el costo en dólares originado por la importación de gas desde Bolivia y LNG y por la puesta en marcha del Plan Gas 4, que también contempla un seguro de precios que está expresado en moneda dura.
La consistencia económica del esquema es precaria. Guzmán quiere evitar que los subsidios a la energía sigan creciendo en 2021. Es uno de los pilares para vascular un eventual acuerdo de renegociación de la deuda vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Números que no cierran
De cara a ese plan, los indicadores internacionales están jugando una mala pasada. El Presupuesto 2021 está configurado, en materia energética, sobre un precio del LNG importado —ya regasificado— de entre 4,50 y 6 dólares por millón de BTU (0,90-1,30 dólares de costo de regasificación). Pero la cotización del LNG se disparó por encima de los 12 dólares en este verano (invierno en Asia) por la mayor demanda de China y Japón y por problemas logísticos en el canal de Panamá, que dificultan el paso hacia el Pacífico.
Está previsto que el precio disminuya para mediados de año, que es cuando más LNG compra la Argentina, pero es improbable que baje por debajo de los US$ 4,50 como proyectaba el gobierno.
Algo similar sucede con el petróleo y sus derivados. El Brent orilló ayer los 55 dólares. Si ese precio se mantiene durante los próximos meses, el costo de la importación de gasoil y fuel para el parque de generación térmica se incrementará, presionando al alza sobre los subsidios que recibe el sector eléctrico (vía Cammesa) y sobre la emisión monetaria necesaria para cubrir esos gastos adicionales.
Quién capturará la suba de tarifas?
En caso de que reciba la instrucción política de actualizar los cuadros tarifarios, con subas inferiores al 10%, la intención del Enargas es que esa recomposición la capturen las empresas gasíferas vía Valor Agregado de Distribución (VAD). Una suba del 9% en la factura final que pagan los usuarios alcanzaría para incrementar el VAD que cobran las distribuidoras en alrededor de un 25 por ciento.
Eso implicaría que no haya cambios en el precio del gas en boca de pozo que está incluido en las tarifas. Si prima la mirada del ente regulador, el precio del gas que reciben las petroleras vía tarifas seguiría congelado. El gobierno debería, en ese caso, cubrir con más subsidios la brecha que se genere entre el precio en pesos cargado en las tarifas y el costo en dólares originado por la importación de gas desde Bolivia y LNG y por la puesta en marcha del Plan Gas 4, que también contempla un seguro de precios que está expresado en moneda dura.
La consistencia económica del esquema es precaria. Guzmán quiere evitar que los subsidios a la energía sigan creciendo en 2021. Es uno de los pilares para vascular un eventual acuerdo de renegociación de la deuda vigente con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Números que no cierran
De cara a ese plan, los indicadores internacionales están jugando una mala pasada. El Presupuesto 2021 está configurado, en materia energética, sobre un precio del LNG importado —ya regasificado— de entre 4,50 y 6 dólares por millón de BTU (0,90-1,30 dólares de costo de regasificación). Pero la cotización del LNG se disparó por encima de los 12 dólares en este verano (invierno en Asia) por la mayor demanda de China y Japón y por problemas logísticos en el canal de Panamá, que dificultan el paso hacia el Pacífico.
Está previsto que el precio disminuya para mediados de año, que es cuando más LNG compra la Argentina, pero es improbable que baje por debajo de los US$ 4,50 como proyectaba el gobierno.
Algo similar sucede con el petróleo y sus derivados. El Brent orilló ayer los 55 dólares. Si ese precio se mantiene durante los próximos meses, el costo de la importación de gasoil y fuel para el parque de generación térmica se incrementará, presionando al alza sobre los subsidios que recibe el sector eléctrico (vía Cammesa) y sobre la emisión monetaria necesaria para cubrir esos gastos adicionales.
Para la Casa Rosada, es un típico caso de manta corta. Restan por escribir algunos capítulos en la zaga para conocer qué alternativa termina eligiendo el gobRestan por escribir algunos capítulos en la zaga para conocer qué alternativa termina eligiendo el gob