Los números de Embraer son más que interesantes. No caben dudas de que la pospandemia aeronáutica demandará aeronaves como las que produce Embraer o los A220 que diseñó Bombardier y ahora son parte del menú de Airbus. Es en ese terreno que el fallido acuerdo Embraer-Boeing demuestra un nuevo error no forzado del fabricante norteamericano, ya que se quedó sin productos para hacer frente a su competidor más fuerte y mejor dotado. ¿Sería absurdo pensar en un nuevo intento para una alianza entre las empresas que terminaron tan mal el año pasado? Posiblemente.
El escenario a cambiado dramáticamente y las condiciones no serían las mismas. Además, Boeing está complicada en la base de sus finanzas.
Se verá. Las opciones y pronósticos están sobre la mesa.
Cualquier día salta con un bomba y este precio no lo ves más ...
