Oximoron escribió:Venezuela es una economía monopolizada por el petróleo, baja el precio del petroleo y se funden, más aún por el aislamiento internacional que tiene.
Le pasa lo mismo a Chile cuando baja el cobre, y a la monarquía de Arabia Saudita (que si no fuera porque el pueblo no protesta ya habrían linchado hace rato a los reyes).
Argentina hasta hace 2 años tenia una economía diversificada, minimamente balanceada, entre industria, campo, textil, manufactura, servicios y consumo interno. Lo cual como cualquiera sabe, tener diferentes fuentes de ingreso te da estabilidad.
Si el gobierno actual, se empecina en hacernos una mono-economía basada en el campo y soja, solo es cuestión de tiempo para que baje la soja, tengamos una indundacion, o lo que sea, para que también nos falte el papel higiénico y estemos como Venezuela.
No se duerman en los laureles, ni se rían de Venezuela, a la deuda hay que pagarla más adelante.
En 12 años de viento a favor el kirchnerladrismo solo repartió plata para evitar que los pobres se murieran de hambre.
No dejaron ni industrias competitivas ni infraestructura.
Y se robaron todo lo que quisieron mientras juntabas tapitas para el Garrahan.
Los paises que crecen le agregan valor a la producción primaria. Ademas innovan para conquistar nuevos mercados. El empresariado local (con pocas excepciones) quiere vivir del mercado interno. Por eso quiere que lo protejan. Y el sindicalismo vive del mismo negocio. Y nosotros pagamos caro lo que no sirve.
Hay que seguir a los paises exitosos: Noruega, Finlandia, Nueva Zelanda, Australia, Israel, Korea, etc.
Economia abierta. Macro sin deficit. Estado de tamaño adecuado (lo dice Oslak que sabe de politicas públicas como pocos), empresariado que invierta en investigación y sea innovador (hay casos locales exitosos así que se puede ser digetente) y un Estado que acompañe. Tan dificil no es. Lo que sucede es que en Argentina nadie quiere perder privilegios y así están dilapidando oportunidades. Ya el modelo sustitutivo de importaciones no es viable. Hay que cambiar o morir.