En el libro ‘Vaca Muerta’ (Editorial Planeta, 2015), se detallan los componentes del costo de un pozo en Vaca Muerta: “Si un pozo vertical cuesta 8 millones de dólares, unos 3 millones es lo que vale la fractura, es decir, el servicio en el que se especializan Schlumberger y sus tres competidoras (Halliburton, Weatherford y Baker Hughes), que también ofrecen otras prestaciones. A su vez, de esos 3 millones, 1,2 millones se gastan en arena y el resto incluye los 400 litros de diesel por hora que usan los camiones para inyectar presión contra la roca y los productos químicos, algunos muy caros, entre otros costos y ganancias de las proveedoras. Unos 4 millones son para la perforación previa a la fractura. Eso abarca desde el alquiler de la torre, que asciende a 1 millón por mes, el lodo para agujerear la tierra; la cañería, que en Argentina casi monopoliza Techint, y la cementación, de la que se benefician las fábricas de Loma Negra (del grupo brasileño Camargo Corrêa) o la suiza Holcim, entre otros servicios. El restante millón de dólares para completar los 8 millones se paga para la terminación del pozo, que lo deja en producción. Así desmenuza los costos el (entonces) gerente de área de Weatherford, Alejandro Iglesias”.
