Mensajepor solatorres » Mar Ene 24, 2017 12:48 am
Los partidarios de la cleptocracia kirchnerista, suelen señalar como “neoliberales” a quienes pretenden desarrollar una economía medianamente racional.
Lo cierto es que en Argentina nunca -nunca- se desarrolló un programa económico neoliberal. Hubo un intento, de corta duración, en los comienzos del Proceso militar, y algunas políticas aisladas en la primera presidencia de Menem. Durante los últimos setenta años vivimos de todo un poco: estatismo rapaz, keynesianismo a contrapelo, y el mayor desorden como norma básica.
Decir que el fracaso argentino se debe al “neoliberalismo” es sólo una expresión del descaro de quienes realmente nos llevaron a esto.
El único país de América Latina que desarrolló coherentemente políticas neoliberales fue Chile. La Unidad Popular (Allende) consiguió, en tiempo récord, sumir a Chile en una crisis económica sin precedentes. A partir del golpe militar se impuso (a sangre y fuego) un plan rígidamente ortodoxo. Con todos los ajustes y retrocesos del caso, la economía chilena ha mantenido –durante unos 40 años- buena parte del enfoque inicial. El resultado ha sido una etapa de crecimiento espectacular y una capacidad notable para superar desastres naturales de clase mundial. Basta comparar las cifras económicas y sociales de la Argentina y de Chile en 1972, con las de ambos países en 2015, para darse cuenta de lo que funciona y lo que no funciona.
En otro orden de cosas, se ha dicho por acá que tratamos de esconder supuestos errores de la gestión macrista recurriendo a (también) supuestas corruptelas del kirchnerismo.
Primero, el kirchnerismo gobernó a pleno doce años y Macri lleva poco más de uno con un poder muy menguado por presiones del Legislativo y de gobiernos provinciales y municipales. La mayoría de los muy graves problemas actuales derivan de la gestión anterior, algunos de ellos diseñados con ese propósito y exacerbados por una presencia kirchnerista abrumadora enquistada en todos los estamentos de la Administración Pública. No son “historia”, son actualísimos.
Pero lo que me llama la atención es que los mismos que quieren olvidar el pasado reciente, siguen revolviendo los crímenes del Proceso. Kirchner asumió veinte años después de cerrada esa etapa, pero él y sus seguidores no se cansaron de agitar el fantasma de la dictadura durante cada día de los siguientes doce. Cualquier atisbo de oposición era (y es) inmediatamente señalada como un intento de regresar a 1976. Hoy, nuestras Fuerzas Armadas son menos temibles que los boy scouts, los responsables de la represión están seniles o muertos, pero la Memoria –corregida y aumentada- es una de las mayores armas K.
En resumen: señores kirchneristas, tengan un pocode vergüenza y mientan menos. Y los demás, disculpen por el rollo.