ESTIMADOS FORISTAS AQUÍ LES PEGO UN COMPILADO DEL DIARIO IECO DEL DÍA 20 DE ABRIL DEL 2014
Héctor Tavares
htavares@clarin.com
Una semana corta y sin luces
Una minisemana sin luces en el mercado accionario. Por un lado, siguió pegando fuerte el valor del “contado con liqui”, lo que repercute en las acciones con cotización en los mercados internacionales. Por otro lado, el vencimiento de las opciones en el turno abril, también jugó en contra de la tendencia bursátil.
Además, la participación del ministro de Economía en el FMI no satisfizo a los analistas internacionales, por lo que la Argentina pareciera que por el momento sigue ausente de las pantallas de los principales fondos de inversión.
También se opacó el interés por YPF, que como ya se señaló, pagó una tasa que no condice con otras de la región. Para colmo, soportó en Wall Street ventas no previstas de Carlos Slim, y algunos aseguran que podría estar evaluando el mercado Repsol, que tiene a disgusto el 12% de la petrolera estatal.
El retorno a la financiación de electrodomésticos con cuotas “sin interés” realimenta las expectativas por Longvie, que en su ejercicio ganó 18,1 millones con capital de 68,4 millones y distribuirá un 26% en acciones. Confían en el éxito de los productos “Candy”, fabricados en el país bajo licencia italiana.
La firmeza de TGN tiene que ver con la posibilidad que le ofrecen las nuevas tarifas renegociadas con ENARGAS, cuya última actualización data de 1999. En efecto, facturará con aumento del 8% desde el 8 de abril, 14% acumulado desde el 1º de junio y 20% acumulado desde el 1º de agosto de 2014. Un nuevo “player” viene “pidiendo pista” en la Bolsa. Se trata de Petrolera Pampa (PETR), controlada por Pampa Energía. Ganó 33 millones con capital de 59,7 millones y resultados no asignados por 14,4 millones. Para observar.
Oscar Martínez
omartinez@clarin.com
Tasa vs. dólar: sintonía fina en un escenario complejo
Para evitar que suba el blue, el BCRA subió las tasas y ahora las baja. Los tanteos para encontrar un nivel que no estimule la compra de divisas.
El Banco Central comenzó con una lenta tendencia a la baja en la tasa de interés que paga por sus bonos, una medida que se reflejará, más temprano que tarde, en los rendimientos que los bancos privados ofrecen a sus clientes por sus plazos fijos. La pregunta es cuál es el nivel de tasa que impide que la gente busque dólares. Y la respuesta es desconocida.
El escenario no es lo más confortable posible. Si bien es verdad que el dólar futuro sigue bajando (lo que descartaría una devaluación en el corto plazo) y las reservas sigue creciendo, no es menos cierto que la situación financiera dista de ser tan cómoda.
En mayo ya se acabará el efecto “desinversión en dólares” de los bancos, que significó un aporte adicional de divisas. Y, por otra parte, las reservas apenas crecen la mitad de los dólares que el BCRA les compra a los exportadores. Y ese escuálido crecimiento se debe, además, a que están “pisadas” importaciones por unos US$4.500 millones. Y llega el invierno, con previsible aumento en las compras de gas y combustibles en el exterior, lo que aumenta la factura energética.
En este contexto de cierta fragilidad estructural (para no utilizar palabras más complicadas), la duda es hasta dónde se podrán bajar las tasas –una condición necesaria, aunque no suficiente, para reactivar el alicaído consumo interno y para evitar mayores grietas en el nivel de empleo– y evitar que los inversores se vayan al dólar.
Además, la baja de las tasas se enfrenta a las necesidades de financiamiento de las provincias que saldrían al mercado a cubrir un déficit de unos $44.000 millones, según Economía & Regiones (E&R).
En este escenario no fue sorpresa el tanteo de funcionario a bancos e inversores institucionales para un canje ‘voluntario’ del Boden 2015 para evitar una mayor sangría de divisas. La incógnita es saber qué haría el Gobierno si la respuesta es negativa.
Eduardo Cardenal
ecardenal@clarin.com
El debate por los bonos con CER
El cambio del IPC por el IPCNu abrió una discusión sobre invertir o no en papeles ajustables.
El pasado martes el INDEC publicó la tercera versión del nuevo Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu), que reemplazó al anterior IPC caído en desgracia. La distorsión de las estadísticas públicas golpeó durante varios años los bonos ajustables por CER (básicamente, la inflación), que mostraban rendimientos del 15%. En conjunto ( ajuste más precio por bajo la par), los títulos llegaban a duras penas a compensar la inflación verdadera.
Haciendo un poco de historia, el CER comenzó a ser publicado por el Banco Central en el 2002 luego de la pesificación asimétrica para compensar de alguna manera a los acreedores de deudas pesificadas. Como resarcimiento no fue malo, ya que en su primer año de existencia subió un 40%.
En resumidas cuentas, desde el 2007 hasta el 2013 los títulos que ajustaban por CER eran prácticamente tomados como bonos a tasa fija. Con el nuevo índice, el CER alcanzó en tan sólo 3 meses lo que históricamente tomó un año entero en ajustar. Claro que con la misma gente dentro del organismo oficial, la confiabilidad del índice penderá de un hilo. Por lo pronto, si bien todavía registra alguna diferencia respecto de índices privados, también es cierto que las instituciones privadas realizan estimaciones menos precisas por sus menores recursos. Aunque existen serias dudas del número final, al menos en lo que hace a la tendencia parece haber consenso tomando, por ejemplo, el índice publicado por legisladores del Congreso.
Yendo a números concretos, los índices publicados hasta ahora para el primer trimestre del año (3,7% para enero, 3,4% para febrero y 2,6% para marzo) arrojan un ajuste acumulado del 10%. Suponiendo una desaceleración de los índices para el resto del año y que resulten en 1,87% mensual, el ajuste del año sería del 30%. Si a ello sumamos el rendimiento de bonos como el NF18, el PR13 o el DICP, se obtiene un rendimiento anual que va del 36% al 40%.
La inversión parece atractiva como diversificación, ya que se mantiene relativamente ajena a los problemas de la deuda con los fondos buitre, son emisiones en moneda local y con un aceptable rendimiento. Adicionalmente, los títulos más largos podrían verse beneficiados en un futuro si el INDEC recupera la credibilidad de las estadísticas, máxime considerando el cambio de mandato presidencial en el 2015.
Felices Pascuas