Mensajepor incrédulo » Mié Nov 23, 2011 2:43 pm
Hace tiempo que vengo pensando en esto y el discurso de la presidenta de ayer me lo ratifica: se viene la etapa de la "sintonía fina" del modelo, donde el estado se va a sentar con cada empresa a analizar su rentabilidad, les van a ofrecer créditos y negocios con "buena rentabilidad" a cambio de reinversión.
Obviamente, a la rentabilidad la van a medir sin aplicar ajuste por inflación.
Conclusión: vendrá una época con balances con las siguientes particularidades:
- utilidades infladas al no aplicar ajuste por inflación en una economía inflacionaria
- alto impuesto a las ganancias calculado sobre las utilidades infladas
- lo mucho o poco que quede luego de pagar el impuesto a las ganancias no será de libre disponibilidad para las empresas (y por supuesto, muchísimo menos para los accionistas minoritarios). Habrá compromisos explícitos o implícitos de reinvertir contra la promesa de eternos buenos resultados por el mercado, las fortalezas del modelo, etc, etc, etc.
- el gobierno se llenará la boca hablando de los éxitos de los "acuerdos" alcanzados con las empresas
- los minoritarios recibirán efectivo en cuentagotas, deberán contentarse con los buenos resultados de los balances y el "crecimiento" de las empresas donde invierten
Me archivo este post y en unos años, si me acuerdo, lo traigo otra vez y vemos que pasó.
Acá un extracto del discurso de la presidente:
"Los subsidios también: una política que ha sido uno de los pilares del modelo, de aquella Argentina que en el año 2003 se caía a pedazos y que teníamos que subsidiar para mantener o poder incrementar demanda agregada, para mantener competitividad a las pequeñas, medianas y también grandes empresas que venían muy golpeadas. Pero siguiendo con esto de la inversión, esta empresa que en el año 2008 obtiene un 31 por ciento de utilidades en el 2010, un 31 por ciento más que en el 2008, sin embargo invirtió en el 2010 un 35 por ciento menos que en el 2008.
¿Qué es lo que quiero decir con esto? Que nosotros tenemos que saber que para mantener el modelo tenemos que seguir reinvirtiendo para poder seguir ampliando nuestra capacidad productiva, no solamente para este fuerte mercado interno, que fue el que nos permitió sortear la crisis del año 2009, sino el que nos va a permitir -a través también de un proceso de integración generoso entre los países del MERCOSUR - tener un potente mercado intrazona América del Sur. De allí van a venir las soluciones y no de ninguna otra parte. (Aplausos).
Tocando también el tema inversión, que el Estado por cierto ha incentivado, a través de un Banco Nación que hoy debe constituir, me atrevo a decirlo – no veo a Juan Carlos Fábrega, pero por ahí debe estar, decime si miento - un 30% de la economía real. ¿Estamos bien si decimos un 30% de la economía real? Y a través, por ejemplo, del Programa del Bicentenario, de financiamiento productivo, pero bueno, cuando el “Vasco” hablaba de innovar comportamientos, por allí cuando en estos últimos días se producen algunos acontecimientos y comenzamos a cruzar la información de los créditos que habíamos otorgado en el Bicentenario encontramos que algunas empresas grandes, de servicios, de producción - no importa tampoco cuál - habían comprado igual cantidad de dólares o más de la que nosotros les habíamos prestado en pesos a tasa negativa. Digo: el péndulo me parece que lo debemos controlar entre todos, sobre todo entre los que más pueden mover la economía, que no son miles ni millones, son muy pocos (Aplausos).
Creo que es hora que hablemos con sinceridad, sin enojarnos, ya aprendí a no enojarme, ya nada me enoja. Después de lo de él no me enoja más nada, nada más que lo de él me enojó, pero bueno, ya está. Así que tengan la certeza absoluta de que van a encontrar una Presidenta abierta a todas las ideas pero fundamentalmente a seguir sosteniendo a rajatabla esa demanda agregada, ese poder adquisitivo de las clases más vulnerables que son las que no tienen capacidad de ahorro. Ellos no me hacen contado con liqui, en realidad contado con liqui ahora después de algunas reformas que hemos hecho en el Central no lo puede hacer nadie, pero ya van a encontrar seguramente desde el sector financiero alguna forma. También estaremos atrás de ellos. No son los jubilados de la mínima los que me remesan o atesoran billetes o utilidades en portafolio o cambian de portafolio.
Entonces yo creo que tenemos que ser todos muy sinceros, es cierto que vivimos en una economía bimonetaria, la verdad que lo bueno sería, como hace Brasil y como hace cualquier país del mundo, vivir en la economía nuestra, pero les reconozco algo, esa idea de la cultura bimonetaria tiene también una raíz histórica, desde el año 1930 aproximadamente a la fecha nuestra moneda ha perdido 13 ceros, ¿escuchás Vasco? 13 ceros perdió nuestra moneda. Esos 13 ceros cimentan la desconfianza de los argentinos y es la obligación de todos revertir esta historia, porque yo no creo que nos haya caído la oportunidad ni que tengamos una oportunidad, yo creo que nosotros los argentinos hemos creado la oportunidad en estos ocho años con un modelo virtuoso, industrial, de generación de empleo, para poder salir adelante como lo hemos hecho.
Por eso digo la etapa de la sintonía fina, por eso quiero hablarles también a los empresarios del tema de las utilidades. ¿Qué empresario no quiere tener utilidades? Todos queremos ganar plata, lo que vamos a tener que medir en este mundo es una utilidad que tenga un estándar más o menos internacional, pero lo cierto es que las utilidades de las empresas argentinas están todas por encima de los estándares internacionales; no me molesta, les reitero, no me molesta en tanto y en cuanto esa utilidad por encima de estándares internacionales no provoque situaciones como las que viven en Europa o Estados Unidos de un fuerte endeudamiento del resto de la sociedad, porque vamos, el dinero que no está acá se va para allá y entonces hay que explicar parte del formidable endeudamiento de las economías públicas y de las economías familiares precisamente en estas cosas."