Estamos entrando en la última fase de un proceso.
Con casi 52, buena memoria y alguna preparación para entender la realidad, estoy convencido de que somos espectadores -los más- y protagonistas -los menos- de un momento histórico, como pocas veces en la historia reciente.
Los próximos 25 meses nos pondrán a prueba para calificarnos como sugirió Jacinto Benavente al decir ...”piensen en el anagrama de la palabra argentino”... o, espero, que los 100 años transcurridos desde ese entonces hayan servido para algo y no hagamos honor al ignorante .
No hace falta ser un erudito en política ni en economía para ver que hay detrás de tanta manipulación mediática, de tanto periodista, ecónomo u opinador que arrienda su inteligencia para servir a la causa de su empleador y éste a las necesidades de su anunciante o cliente.
Con usar el sentido común alcanza. Las preguntas son...tenemos sentido común? lo usamos?
Cualquiera que tenga un mínimo de voluntad puede saber por la Historia, la real, que Argentina estaba signada a un destino pastoril, una suerte de aldea proveedora de alimentos y bienes de su privilegiada naturaleza, riqueza que administraban señores de acá para caballeros de allá.
Pero en el medio aparecieron millones de inmigrantes, que engendraron millones de hijos y éstos otros, hasta poblar escasamente tanta tierra. Hubo que cambiar los planes.
Una reducida elite era dueña de la mayor parte de esas tierras, haciendo y deshaciendo a su gusto al Estado. Hoy las formas han cambiado pero no el fondo.
A partir de los ’70 un ala del sector financiero tomó como propio lo de ...”las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”... sólo que al revés y con otros bienes: fué “las divisas son nuestras y la deuda es de todos”.
En estos tiempos globalizados, otros intereses se incorporaron a la mesa para picotear algo.
Así como se dice que la democracia es la forma de gobierno menos mala , y siendo la política el medio por el cual se ejerce la democracia, agrego que los políticos son personas con todo lo que ello implica: honestos, corruptos, serios, desfachatados, ilustrados, lelos, generosos, interesados... .
Esas personas existen en todos lados y en todos los ámbitos...sería cándido pensar que en un gobierno no.
Esto es así desde el principio de la Historia y seguramente lo será hasta el fin del mundo; suponer un cambio instantáneo para bien es un placebo para mentes crédulas.
La participación ciudadana seria, el control público y la Justicia como debe ser, son los atenuantes para minimizar los indeseables en la gestión pública. En China son expeditivos: la bala la paga la familia.
Aprendamos a ver más allá de lo que nos muestran interesadamente, armémonos de paciencia para informarnos verídicamente, no nos dejemos engatusar como ya pasó con otras generaciones...que se avivaron cuando ya era tarde y el daño estaba hecho."
Gracias a la memoria se dá en los hombres lo que se llama experiencia.
Aristóteles
Post del 27/9/2009, víspera de elecciones, en titulos públicos.
La cinta Gonzalito...
