Mensajepor Pascua » Jue Jul 14, 2011 10:26 am
La base
Durante los primeros años de su gestión, a Macri se lo cuestionaba puertas adentro por carecer de un trabajo político.
Pero en el último año, la cosa cambió y el PRO peronista, de la mano de Ritondo y Santilli, que militan en el peronismo desde la adolescencia, comenzó una seguidilla de inauguraciones de unidades básicas a lo largo de la Ciudad y sobre todo en el Sur.
Como pudo saber LPO, sólo Ritondo inauguró unos 33 locales -6 de ellos de manera compartida con Néstor Grindetti–. En los últimos meses estuvo inaugurando un local por día e incluso abrió uno ayer, en el barrio Los Perales, un lugar símbolo del peronismo. El fuerte de RItondo está allí en Mataderos y en Liniers.
No es un dato menor que Ritondo logró juntar allí 400 personas para una choripaneada un día después de una elección ganada y a la misma hora del partido de la Selección argentina de fútbol.
En tanto que Santilli, que prefiere tener menos unidades básicas pero más grandes, hizo lo propio en casi todas las comunas, con 12 locales propios y algunos de ellos de gran superficie como el central de Venezuela al 600, que tiene tres pisos.
El fuerte del ministro de Espacio Público es la comuna 13, donde el PRO obtuvo una aplastante victoria, por 35 puntos. Esa performance incidió de manera considerable en la elección, puesto que con 83 mil votos, esta comuna -que representa un 8,53 por ciento del padrón- fue la que más aportó a la elección general para el PRO.
Además de la inauguración de locales, las espadas peronistas de Macri le dieron importancia al trabajo puerta a puerta con los vecinos y, por sobre todo, hicieron un aporte fundamental para la fiscalización el día de los comicios. Tan es así que la gente de Ritondo fiscalizó en 800 mesas y la de Santilli en 900.
En el norte, el PRO también contó con la cooperación el hijo de Corach, que tiene unas 10 unidades básicas.