sramos escribió:Les dejo este cuentito, que trata sobre los bonos, los reyes magos y la ingenuidad, que a veces (a veces) es sabia: http://dejamedejoder.com.ar/2009/12/24/ ... yes-magos/
¿Qué virtud encierra creer en lo evidente? Cualquier papanatas es capaz de suscribir que existen las licuadoras y los adoquines.
En cambio se necesita cierta estatura para atreverse a creer en lo que no es demostrable y –más aun- en aquello que parece oponerse a nuestro juicio.
Para lograrlo hay que aprender –como quería Descartes- a desconfiar del propio razonamiento.
Por supuesto, en nuestro tiempo cualquier imbécil tiene una confianza en sus opiniones que ya quisiera para sí el filósofo más pintado.
Del link mencionado.