Mensajepor quique43 » Jue Mar 08, 2018 12:55 pm
El IARAF, (iNSTITUTO ARGENTINO DE ANALISIS FISCAL), nos dice que la presiòn fiscal hace 30 años era el 17%, y en el 2017 era de ascendìa a 32.6%, y habla que la escalada fueron manotazos de ahogado de los gobiernos de turno, si ha eso le sumamos los costos lògisticos etc., la cosa està para dar una dura pelea, no hay otra. La plata no alcanza, el paìs gasta màs de lo que ingresa, y la gente hoy es màs pobre, les guste o no.
Por màs que vayan a llorar al Vaticano, la realidad manda, el populismo tuvo mucho que ver.
Entre el 44 y el 38% del precio final de los alimentos corresponde a impuestos, un disparate.
Julio 2017 – Los Andes
Presión tributaria, cómo impactan los impuestos en los precios
Entre el 44 y el 38% del precio final de los alimentos corresponde a impuestos.
En 30 años, la presión tributaria se duplicó en la Argentina hasta llegar al mismo nivel que tienen los países desarrollados. Desde el comienzo de la gestión de Cambiemos, el reclamo por el peso de los impuestos sobre la economía se vuelve cada vez más potente. El impacto del costo argentino se usa no solo para justificar la falta de inversiones sino también para explicar en parte la depresión del poder adquisitivo. Un estudio del IARAF(Instituto Argentino de Análisis fiscal) revela que, en promedio, el 44% del precio de los alimentos corresponde a impuestos nacionales, provinciales y municipales que pegan sobre el valor final de un producto de manera directa o indirecta.
Del 17% de presión tributaria que el país tenía en promedio hace 30 años, este año se cerraría en 32,6% del PBI. Esta escalada no fue consecuencia de una reforma integral, sino de una sucesión de manotazos de ahogado de los gobiernos de turno para buscar fondos en momentos de escasez. Cambios en las alícuotas o en la base imponible fueron las herramientas más usadas. Sobre esto, lo que empezó como un tributo de emergencia, como el impuesto al cheque, terminó consolidándose como una piedra angular de la recaudación. Los gobiernos se las ingeniaron también para que la inflación jugara a favor de la recaudación, al dejar de actualizar los montos mínimos de distintos tributos