Mensajepor quique43 » Sab Jun 25, 2016 1:55 pm 
			
			
			
			Lentamente se va levantando el cerco sobre la corrupciòn KK., una verdadera Asociaciòn îlicita, montada desde Santa Cruz para robar. El dialògo de la Camàra de la Construcciòn con la ladrona Cristina en el 2015:
Chediack habló a solas con ella, en un aparte, y le explicó cómo desde la Secretaria de Obras Públicas y de Vialidad se anticipaban pagos por tareas inconclusas a un puñado de compañías y se postergaba la cancelación de deudas a otras firmas. La puso al tanto del malestar de la mayoría de las firmas de la CAC. Utilizó términos muy diplomáticos, pero hizo alusión a lo que se conocía en el mercado como “la cadena de la felicidad.” Estaba integrada por un grupo de firmas que recibían un trato especial por el gobierno “cristinista”: les otorgaban las principales obras y a la vez les daban absoluta prioridad al momento de cubrir los pagos del Estado. En muchos casos desde Vialidad les adelantaban el dinero antes de terminar la obra y eso hizo que muchas tareas quedaran interrumpidas.
Esta semana la actual Administración General de Vialidad hizo una nueva presentación ante la Justicia, dando precisiones de cómo funcionaba “la cadena de la felicidad”. Ese documento está en poder del fiscal Gerardo Pollicita y hay un listado de 20 compañías bajo observación. Aparece dentro de una causa que arde: “Kirchner, Néstor y otros por asociación ilícita.” Según un informe confidencial que elaboró el ministro Guillermo Dietrich en esa nómina de privilegiados se encontrarían: el Grupo Austral, Cristóbal López, Esuco, Rovella Carranza y Electroingeniería. También se evalúa la actuación de otras empresas; entre ellas, Odebrecht.
Chediack habló con Cristina –en aquella oportunidad– de los atrasos de pago a unas cuantas contratistas del Estado e hizo alusión al privilegio de las firmas vinculadas al gobierno. Así lo dijo: “Presidenta, muchas compañías tienen los pagos muy atrasados.” Y precisó: “El gobierno solo esta al día y les paga a algunas privilegiadas.” Cristina se malhumoró por el planteo y la alusión explícita al “círculo de la felicidad”. Respondió tajante: “A mí no me vengas con eso y menos acá.” Y agregó: “Si tenés problemas, arreglalos con Julio o López”.
Institucionalmente, la CAC ya se había reunido con ambos. Ninguno dio respuesta, porque en realidad fue una política de la Casa Rosada favorecer a los constructores amigos del “cristinismo.” La prueba existe en un documento del Ministerio de Infraestructura. El informe calificado de “confidencial” dice: “El 20 de noviembre del 2015, el Grupo Austral y otras compañías ya habían cobrado por ‘orden de la Superioridad’ los certificados con vencimiento el 4 de enero del 2016.” Igual había existido un encuentro entre los “popes” de los constructores con el ex ministro de Planificación. De Vido acusó a Kicillof : “Queremos pagarles a todos, pero la culpa la tiene ese hijo de pu** de Kicillof, que nos da plata solo para algunos”.
El ex titular de la Unión Industrial Héctor Méndez sufrió en carne propia la persecución y la arbitrariedad del gobierno de Cristina con la obra pública. Méndez fue amenazado por el ex secretario Roberto Baratta en nombre de De Vido: “Te dejás de criticar al gobierno o tu empresa de la construcción no gana más una licitación.” Méndez tuvo que vender la firma, pero después siguió hablando: denunció la creación del Plan Bomba de Kicillof.