Mensajepor falerito01 » Dom Oct 27, 2013 7:11 pm
Miran a 2015. En caso de que CFK no logre recuperarse plenamente, una Asamblea Legislativa ungiría al gobernador. El movimiento en sus equipos.
“No me dejó tranquila el último parte médico”. La frase, perteneciente a una militante del FpV, grafica la incertidumbre en el arco oficialista respecto de la recuperación de la presidenta Cristina Kirchner. Nadie confía demasiado en que la convalecencia de la mandataria sea tal, por eso por estos días abundan los fantasmas sobre un “no retorno” de Cristina.
Según esa línea, la mandataria no quedaría en condiciones de volver a asumir su cargo. Por razones políticas y judiciales más que evidentes, el poder tampoco recaería en el vicepresidente Amado Boudou, y mucho menos en Beatriz Rojkés de Alperovich, que siguen en la línea sucesoria. El titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, convocaría a una Asamblea Legislativa que ungiría a Daniel Scioli como presidente interino, con el apoyo de la liga de los gobernadores peronistas. No por nada, según pudo saber NOVA, los equipos de “Scioli 2015” recibieron la orden de ponerse a trabajar en una gestión interina.
Aunque polémica, la especie ya había sido reflejada por este portal. La mayor pista en ese sentido fue la orden del gobernador para que los equipos de la campaña “Daniel 2015” abandonaran cualquier tipo de planeamiento y tareas a futuro y se pusieran a trabajar en un gobierno provisional a partir de diciembre.
En caso de seguir esa línea, se abriría una feroz disputa en el interior del arco oficial. Por un lado, el kirchnerismo presionaría para que el cambio de mando se produzca después del 10 de diciembre, una vez que asuman los legisladores que serán electos el próximo domingo. Un plan que también beneficiaría a los gurúes del Frente Renovador de Sergio Massa, que esperan capitalizar su peso relativo en la nueva conformación del Congreso.
¿Qué condiciones reúne Daniel Scioli para ser el elegido? En el peronismo destacan su gesto de haberse hecho cargo de la campaña en la provincia de Buenos Aires, lo que cayó muy bien entre los “compañeros”. Sobre todo sabiendo que lo de Martín Insaurralde “no avanza”.
El lomense, de hecho, hará una mejor elección que la de las primarias, pero no le será suficiente para frenar el irremediable avance de Massa. “No va a perder por tanto, aunque no podrá evitar una diferencia de 8 o 9 puntos”, graficó a este portal un conocedor de las estrategias del peronismo bonaerense.
La convalecencia de Cristina
Sobre la salud presidencial siguen tejiéndose todo tipo de versiones. Por un lado está lo que señalan los médicos, con la certificación de la Fundación Favaloro. Pero no deja de resultar llamativo que no haya comunicados oficiales de Presidencia de la Nación sobre la salud de la jefa del Estado. Marginado de la toma de decisiones, el poder está en manos de La Cámpora y Máximo Kirchner, cuyas órdenes son acatadas en los diferentes estamentos del Gobierno.
Para la polémica, por lo menos cuatro fuentes del peronismo bonaerense suscriben la versión del “no retorno” de CFK. Sus hijos quieren que ella vuelva a ocupar el sillón de Rivadavia, porque no desean reavivar el fantasma de la desgracia de Néstor Kirchner, pero hoy no puede garantizarse que su salud se lo permita. Algunas fuentes insinúan que le habrían colocado un marcapasos por un problema cardíaco, a contramano de lo que informó la clínica en su último parte.
Si bien el estado físico de la Presidenta no es de una gravedad “de vida o muerte”, aclaran, ya no podría volver a desempeñar plenamente sus funciones. Otros tampoco descartan un viaje al exterior para continuar con su recuperación, con una escala en Cuba para chequeos y un posterior desembarco en Nueva York o Alemania.
El juego de Scioli y De Narváez
Como sea, una eventual presidencia interina de Daniel Scioli cambiaría las cuentas de más de uno. Sobre todo de Sergio Massa, que quedaría en inferioridad de condiciones para competir en 2015 por la primera magistratura. Pero quien se vería más beneficiado con esta coyuntura sería Francisco De Narváez, que apuesta todas sus cartas a la Gobernación en el próximo turno electoral.
Si bien desmintió que vaya a ocupar el Ministerio de Seguridad después de las elecciones, De Narváez amplió su base de acuerdos hacia 2015. No sólo juega abiertamente con el sciolismo, sino que también trabó lazos con Mauricio Macri y el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota.
Según los cálculos que hacen en su búnker de Las Cañitas, si Macri quiere ser presidente, necesitará de los votos peronistas que De Narváez tiene asegurados en la Provincia. Lo mismo para De la Sota. Ninguno de los dos podrá aventurarse a competir por el sillón de Rivadavia sin votos del justicialismo en el territorio bonaerense. Aunque con el cordobés se avanzó más: el “Colorado” le cedería a Claudia Rucci como eventual compañera de fórmula. De hecho, ambos ya aparecieron abrazados en fotos de ocasión. En cada uno de esos proyectos presidenciales, De Narváez sería el candidato a gobernador.
Con Massa, sin embargo, no es lo mismo. Si bien hoy aparece como el candidato con mayores posibilidades de competir por la Presidencia en 2015, De Narváez mantiene con él y algunos de sus operadores una enemistad difícil de reparar.
Por eso no sería de extrañar que muchos candidatos terminen sin asumir sus bancas en diciembre en razón de posibles desembarcos en cargos expectantes en el Poder Ejecutivo. De acuerdo a lo que pudo saber NOVA, uno de ellos sería Gustavo Ferrari, candidato en cuarto lugar en la lista de diputados nacionales del denarvaísmo.
Los rumores apuntan, una vez más, a Ricardo Casal, que retornó a su originario cargo de ministro de Justicia cuando Alejandro Granados quedó al frente de la cartera de Seguridad. Las versiones señalan que Casal formaría parte de los funcionarios que Scioli cambiaría después de diciembre. En su lugar no asumiría otro que Ferrari. El acuerdo con el denarvaísmo quedaría explícito.
Poskirchnerismo
Aunque las especulaciones no terminan ahí. Scioli y De Narváez van en búsqueda del mentado “poskirchnerismo”, con el ex motonauta como presidente de la etapa de “reconciliación” del peronismo. También juega sus fichas en ese tablero Hugo Moyano, de abierta alianza con De Narváez.
Pese a que su hijo Facundo se mantiene en la estela massista, el camionero se unirá a Scioli después de diciembre con el objetivo de unificar a la CGT. Para esa empresa lo acompañará Gerónimo “Momo” Venegas. Quien también juega en ese espacio es Eduardo Duhalde, que como se sabe nunca se retiró de la política.
¿Quién quedaría al mando de la Provincia en lugar de Scioli en caso de que haya una presidencia interina hasta 2015? Nadie puede precisarlo. Lo cierto es que no será Gabriel Mariotto, hoy marginado del esquema de toma de decisiones tanto de Balcarce 50 como La Plata. Lo que sí está claro es que Scioli ya se mueve como un presidente interino. Se percibe en sus discursos y en sus formas. El tiempo dirá.