verdolaga escribió:
Te agrego un comentario más. Suponiendo que la empresa Roemmers estaba detrás de esa Ley, deberías preguntarte a qué intereses responde el veto. Porque seguramente alguien o alguienes se van a beneficiar. Y no necesariamente la gente de a pié. Saludos.
Sera por esto?
Que dicen Clarin y Nacion de este tema?
Entre un veto y el otro, no sólo hay una extensa lista de 80 leyes que quedaron sin efecto: también aparece una serie de sospechas que conducen al poderoso lobby de las empresas de la industria farmacéutica.
A finales de 2007, cuando Macri tiró por la borda la creación de una fábrica estatal de medicamentos genéricos, había cedido a la presión de los principales laboratorios médicos. Todos se encargaron de evitar la pérdida del Estado porteño como cliente y apelaron a los buenos oficios de Ralph Kirby, el ex gerente de Química Estrella y vocal del Hospital Británico que, desde 2007, ejerce el verdadero control económico de la cartera sanitaria encabezada por Jorge Lemus. “Ralph”, como le dicen sus amigos, se desempeña desde septiembre de 2008 como subsecretario de Administración y Finanzas del Ministerio de Salud porteño, pero dentro del gobierno PRO, sus allegados lo identifican como el principal impulsor del primer veto de Macri. Desde entonces, el discreto ingeniero químico de origen inglés, se desempeña como el verdadero “gendarme financiero” que impulsó una serie de recortes presupuestarios en los 33 hospitales públicos de la Ciudad, entre ellos, la redistribución del sistema de compras de medicamentos. Cuatro años después del primer dedazo de Macri, el veto a la Ley 4015 de medicamentos de venta libre, no tuvo que ver con Kirby, sino con el empresario Juan Tonelli, novio de la ex vicejefa de gobierno Gabriela Michetti y director ejecutivo de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales de Venta Libre (Capemvel). El hombre, que conoce a Kirby desde que ambos asesoraban a la Fundación Creer y Crecer, habría hecho todo lo posible para que esa norma quedara sin efecto. A esa misión también se habrían sumado algunos funcionarios del área de comunicación del gobierno PRO que, además de trabajar en esa repartición, también se encargan de cuidar la imagen de la mayor cadena argentina dedicada a la comercialización de comestibles, artículos de tocador y medicamentos de venta libre .