Mensajepor Carpatos » Vie Oct 28, 2016 9:17 am
El 27 de octubre 2016 Standard & Poor’s revisó a EVALUACIÓN GLOBAL 1 las acciones ordinarias, nominativas y escriturales en circulación de CRESUD S.A.C.I.F. y A. (CRESUD) desde EVALUACIÓN GLOBAL 2. La revisión de la evaluación refleja nuestra opinión de la 'BUENA' capacidad de generar ganancias de la compañía, mientras que eleva la liquidez a ‘ALTA’ desde 'MEDIA' de los títulos evaluados. Revisamos la liquidez a alta debido a que en los últimos 6 meses la participación de los mismos en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se ha incrementado notablemente allegando al 3,84% del volumen total negociado en las últimas 252 ruedas al 18 de octubre de 2016.
Sin considerar la consolidación contable de las operaciones de IDB Development (IDBD), esperamos que el resultado operativo de CRESUD sea robusto en el ejercicio fiscal 2017. No obstante, esperamos que la depreciación del peso argentino continúe deprimiendo el resultado final debido a la elevada exposición de la compañía a las variaciones del tipo de cambio como consecuencia de su elevada deuda en dólares americanos (aproximadamente 91% del total al cierre de Junio 2016). Ahora bien, la BUENA capacidad de generar ganancias contempla por un lado un mayor valor de sus inversiones en el país (comparado con el valor contable a costo histórico) que creemos podrían contrarrestar el impacto negativo de la depreciación del peso argentino y derivar en un resultado final sobre el patrimonio
neto positivo a nivel de operaciones en Argentina y por otro lado nuestra expectativa de que las inversiones en Israel ya sea a través de venta de activos no estratégicos o la reestructuración de las operaciones de las unidades de negocios que IRSA conserve deberían resultar en resultados positivos en el corto a mediano a plazo.
Con respecto a la consolidación de IDBD, creemos que esta sumará volatilidad al resultado final de CRESUD. No obstante, no esperamos que afecte las operaciones locales debido a las modificaciones de ciertas cláusulas en los documentos de deuda de las subsidiarias de CRESUD. Dentro de estas modificaciones IDBD y ninguna de sus subsidiarias serán consideradas como una subsidiaria para los fines de cálculo de cualquiera los indicadores de crédito. Hacia adelante, creemos que el impacto de la inversión en IDBD sobre la capacidad de generar ganancias de CRESUD estará sujeto a la discrecionalidad de la compañía en continuar destinando recursos financieros para fortalecer estas operaciones que no creemos que aumenten en los próximos doce meses. Más allá de que en nuestro análisis no
consolidamos IDBD vemos positivamente la aprobación por parte de la corte de Tel Aviv, el 18 de junio de 2016, de negar la petición de liquidación de IDBD. Igualmente creemos que la venta de la compañía de agroquímicos ADAMA anunciada el 18 de julio de 2016 desde un punto de vista crediticio es un hecho positivo en tanto resulta en una reducción de la deuda al nivel de centro de operaciones de Israel y mejora su liquidez en los próximos doce meses.
Por su parte, los títulos evaluados mantienen oferta pública en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y mediante Recibos de Depósito Americanos (‘ADRs’) en el mercado NASDAQ. Durante los dos últimos tres meses ha habido un incremento en el precio de la acción de 44,7% al 18 de octubre. De acuerdo a la base de la participación en el volumen negociado de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, al 18 de octubre CRESUD tiene una participación aproximada al 3,8% del volumen total negociado en las últimas 252 ruedas comparado con 2,3% en julio de este año y 0,4% seis meses atrás. Como consecuencia de este marcado y persistente incremento en la participación de la rueda es que estamos mejorando la liquidez a ‘ALTA’.
Hacia adelante, esperamos que el nivel de ocupación promedio de las propiedades urbanas se mantenga entre 95%-100% y el margen bruto de ganancias de este segmento se mantenga estable, en torno a 60%-65%. En nuestra opinión, la destacada posición competitiva en el segmento, debido a la estratégica localización de sus activos de primer nivel, permitirá a la compañía ajustar precios bastante en línea con la inflación sin perder demanda. Asimismo, consideramos que su extensa base de activos y reserva de tierra (a nivel consolidado) junto con su participación en activos internacionales ofrecen una ventaja competitiva frente a la volatilidad inherente del
ambiente de negocios arentino y una mejor protección de activos frente a un escenario de devaluación relativo a otras empresas argentinas. Esto lo ha demostrado a lo largo de los últimos dos años con ventas de propiedades de inversión no estratégicas tanto en Argentina como en otros países (Estados Unidos, Brasil, Paraguay y Bolivia).
En línea con lo mencionado anteriormente, CRESUD se encuentra expuesta a la depreciación del peso dado que casi el 91% de su deuda consolidada (sin considerar IDBD) se encuentra correlacionada al dólar estadounidense, mientras que el grueso de la generación es en pesos Argentinos (con una alta correlación al dólar estadounidense). En nuestra opinión, este efecto es parcialmente contrarrestado por el valor de los activos de CRESUD que mantienen una alta correlación con el dólar estadounidense, reflejado en el valor de las últimas ventas de oficinas generando ganancias por $1.068 millones de pesos durante el ejercicio fiscal 2016 y también por el valor de la
liquidación de los granos que también está correlacionada al dólar. No obstante, desde un punto de vista contable, hasta que no se monetizan los activos, no vemos reflejado su valor en el resultado final desde un punto de vista cuantitativo, siendo que los activos se encuentran contabilizados a valor histórico.Para el ejercicio fiscal 2017, esperamos aún una contribución muy pequeña del segmento agropecuario en el EBITDA consolidado ya
que esperemos que el escenario de bajos precios persista y un aumento en la estructura de costos en torno a 35%. En este sentido, esperamos que a nivel consolidado, CRESUD mantenga un margen de EBITDA en torno a 35% con una generación de EBITDA en torno a ARS 3.500 millones para el ejercicio fiscal 2017 (por normas contables hemos incorporado las expensas y fondos de publicidad. De no incorporarlos, el margen estaría alrededor de 50%).