BOCA
Tiro al Vasco
Las derrotas arrastraron el halo de impunidad del DT, ahora cuestionado. Le pedirán un 11 titular...
-Querías enfrentar a River?
-Y... Nos hubiera gustado enfrentarlos la semifinal o la final, pero está bueno el cagazo que hay de ambos lados.
Hay mensajes que bajan de una cabeza de grupo y se expanden como una epidemia por las entrañas de cada uno de los que están bajo su mando. A las palabras se les suman las restricciones y prohibiciones, las puertas cerradas. La paranoia. Y ahí toca escuchar las primeras preguntas sobre su continuidad, qué pasa si otra vez los elimina el mismo rival. Esas palabras y actitudes toman fuerza para adentro cuando todo ese “cagazo” se convierte en hechos.
Osvaldo, el jugador de más jerarquía, queda afuera de la ida en el Monumental; Torsiglieri, uno de los que más vienen jugando, pierde su lugar en la revancha, y Lodeiro, que es considerado parte del elenco estable, también va al banco de suplentes. Los síntomas de ese mal son la inseguridad, las dudas, dejar de creer. Y terminan por conseguir lo imposible: convertir a ese equipo récord de la fase de grupos y que se adueña de la punta en el superclásico local en la contracara, en uno que ya no sabe cómo hacer para ganar. Y ahí empiezan a aparecer los primeros cuestionamientos para Arruabarrena.
Se dirá que el periodismo no mira las ideas sino el resultado. Si Gigliotti hubiera metido el penal, hoy no estaría en China sino en Boca y tal vez no habría venido Osvaldo. Si Calleri hubiera sabido definir en el arranque del segundo tiempo en el Monumental, también sería otra la historia que se estaría escribiendo. Pero no se trata de un resultado, sino de una serie de resultados y no es posible despegar los partidos de la Libertadores de los tres del torneo y el de Copa Argentina. Es un triunfo en seis.
Lo que está en cuestión, a partir de los marcadores adversos, son el estilo de liderazgo y las ideas del Vasco. Pero no es sino a partir de las decisiones que tomó durante este mes que le encontraron flancos que parecían no existir. La rotación que tanto resultado le dio en la primera fase contra Zamora, Wanderers y Palestino se volvió un pelotazo en contra con River. “No puede ser que en el partido más importante de los últimos años no ponga a los mejores”, cuestionaron. “Por cómo fue la eliminación nadie habló de cómo jugó Boca ni de los jugadores que quedaron afuera”, agregan. Y con la descalificación en los escritorios, fue peor. “Cambia y cambia, está con dudas”, dicen quienes están en el día a día. Porque hay dudas donde no las había. De la rotación clara y a la vista de todos pasó a las pruebas de un entrenamiento a otro, incluso el día previo al partido, como sucedió antes de Vélez. “Ni idea porqué pasó al 4-4-2. No es lo que venimos jugando. Pero no explicó nada”, dice un integrante del plantel por la elección de jugar con otro esquema por primera vez. En 24 partidos, nunca repitió el equipo ni puso en cancha a los 11 que más jugaron.
De esta serie de derrotas salieron jugadores dañados, los que eran titulares y dejaron de serlo, los que entran y salen y no terminan de saber cuál es su lugar. “Ahora le sobra y a veces no sabe a quién elegir”, aclaran. Pero la inseguridad y las dudas se contagian desde adentro, no desde las páginas de los diarios. Si la base es 1-2-5-10-9,¿por qué faltaron dos de esos cinco en los octavos de final? “A veces los partidos piden cosas distintas y hay que cambiar”, es la justificación del cuerpo técnico que no conforma a todos. “Le vamos a pedir un equipo de 11 y que no se fije en los nombres”, ya avisaron los dirigentes. Y lo irán a ver en las próximas horas.
lo quería compartir...
lo leo y leo y no lo puedo creer....
cuando mie*** RIVER , habló de cagazo ???

......nunca , si pasaron con lo justo .....
me acuerdo como si fuera hoy .....NUNCA ESTUVO PREPARADO PARA JUGAR ESTA BATALLA / GUERRA .....tal cual la llamó EL MUÑECO y se la jugó , como tal.....
y me van a decir que es buen técnico.......SÍÍÍÍ , para un equipo chico .
