Eramos pocos y llegó el que tenía que venir a jorobar...
Grande Jairo: LOS BOXEADORES DEL BARRIO CHINO
Vamos, que venga Angelito rumbo al ring. Ahí está, que el Barrio Chino saca su bandera. Vamos, segundo, tercero, cuarto escalón, al ring, aquí está Angelito el asesino.
En los suburbios del Barrio Chino
Vive Angelito, el asesino
Un boxeador de peso pesado
Ojos de perro abandonado
Entre los hombros lleva tatuado
Un Cristo Obrero crucificado
Y sobre el pecho una sirena
Que le conoce todas las penas
Los boxeadores del Barrio Chino
Tienen escrito el mismo destino
Por un segundo en el paraíso
Toda una vida, toda una vida,
Toda una vida besando el piso
De lo que tuvo no tiene nada
Siempre cayendo, siempre en picada
Ha recibido tantos guantazos
Que ya no puede ni dar un paso
Por nada más que un vaso de vino
Cuenta su historia El Asesino
Y por un bife con papas fritas
Baila y recita La Cumparsita
Los boxeadores del Barrio Chino
Tienen escrito el mismo destino
Por un segundo en el paraíso
Toda una vida, toda una vida,
Toda una vida besando el piso
Se ríe solo, no dice nada
A veces duerme bajo la cama
Según el parte facultativo
Lleva en el alma vidrio molido
De noche siente una bruta pena
Y él va al tatuaje de la sirena
Le pasa el dedo muy despacito
“nena decime, haceme ojitos”.
