IQZeta escribió: ↑
Señor Javi, como anda? estuvo ausente un buen rato...algunos lo citamos en su ausencia, sepa que acá es bienvenido mientras no nos venda espejitos de colores: "en serio el aguinaldo se paga el 18", está chequeado?
Mire como será la estrella Bolt que entre ayer y hoy con ese movimiento de dos días le hemos ganado a 15 días de plazo fijo BOLT=1,61% vs PF mensual= 1,5416666666666% ...ganamos tiempo y dinero...la paciencia de la araña BOLT será recompensada en breve...será mañana? lo veremos lo veremos. Un saludo afectuoso.
Tenga muy buenas tardes estimado Sr IQZeta ,,, jajaa hablando de espejitos de colores ,,,,,YO LO ANTICIPE ,,,EL QUE NO ME ESCUCHO ,,,esta perdiendo ,,,,LAS BOLDT - EN EL BOLDT--SILLIO..,,,,,,Re: BOLT Boldt
LAS BOLDT SON ORO ,,,,,,,,,QUE USUARIO LE VIENE A LA MENTE ,,,

BUENO ELLOS PIENSAN QUE AQUIEN boldt ,,TODOS SOMOS INDIOS,,,

NO REGALES TUS BOLDT SU VALOR ES MUCHO MAS DE LO QUE TE QUIEREN HACER VER
Leyenda : “Los Indios Eran Engañados Por Los Españoles Al Cambiar Cuentas De Colores Y Espejitos A Cambio De Oro”
Intercambio entre indios y españoles
que no te engañen.jpg
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Como todo el mundo sabe, sobre todo en los primeros años de la exploración y colonización de América, hubo muchas expediciones que no tuvieron como objeto poblar o conquistar territorios, simplemente eran expediciones exploratorias o para “rescatar” (comerciar) sin ninguna intención de quedarse. El objetivo era recabar nuevos datos, explorar geográficamente los nuevos territorios y entablar relaciones con los nativos, que eran precisamente quienes mejor conocían el lugar donde vivían. Por ello, para atraérselos, se les invitaba a intercambiar cascabeles, cristalitos de colores y otras baratijas por los pequeños adornos de oro que llevaban los nativos en su cuerpo además de preguntarles que de donde habían sacado ese material.
En la actualidad y con la visión eurocéntrica para muchos ese intercambio era ilícito y suponía un engaño de parte del malvado y ávaro español que engañaba al inocente y tonto nativo que desconocía el valor real del oro y el de esas baratijas. Vienen a decir que para el europeo esas baratijas no tenían prácticamente valor y sin embargo obtenía a cambio los pequeños adornos de oro que los nativos llevaban encima y que sí tenían mucho valor. Todo un negociazo del avaricioso español a costa del pobre e inexperto nativo.
Pues bien ¿nadie se ha parado a pensar que cada uno tiene una forma de valorar las cosas? Normalmente es la cantidad lo que determina el valor de las cosas, es decir, cuanta menos existencias hay de cualquier producto sube su valor, sin embargo si hay mucha cantidad tiende a bajar dicho valor. Y siendo más concretos, para los indios el oro era una simple piedra con la que adornarse las orejas, el cuello o la nariz. Su obtención le era fácil ya que los ríos antillanos transportaban numerosas de esas piedrecitas, pero esas cuentas, esos cascabeles y esos espejitos de colores tan brillantes y vivos que traían los extranjeros no los habían visto en la vida ¡¡Eran una maravilla!! se pegaban por obtenerlos porque en su isla no los habían visto jamás, nadie los producía, ni la naturaleza ni ninguna persona, por lo que para ellos esos objetos tenían un valor inusitado, mucho más valor que esas piedrecitas amarillas que cogían fácilmente de sus ríos. “¡Esos extranjeros son tontos! (debían de pensar) Les engañamos con nuestras piedrecitas de oro que no valen nada y nos dan esos valiosísimos cristales tan bonitos”.
Del mismo modo y hablando sobre el oro, al nativo antillano solo le servía para adorno y poco más, sin embargo para el español el oro no era solo una piedra preciosa, era un objeto cambiario, con valor de moneda para poder comprar otras cosas de las que no disponía. Por lo que la percepción sobre esta piedra cambia mucho según de la perspectiva que se tome.
Es decir, cada uno da un valor a las cosas y actúa e intercambia en función de esa estimación propia y subjetiva. Decir, como afirman los defensores de la leyenda negra, que hubo engaño por parte del español es desacertado. Cada uno obtuvo lo que consideró más valioso para sí mismo. Nada que criticar ni que censurar. Un encuentro entre dos culturas desconocidas mutuamente y que tenían distinta forma de ver las cosas, y de valorarlas. Además es muy curioso que los que precisamente se identifican más con los nativos y atacan a los españoles con esa percepción de “engaño” lo único que hacen es dejar al indio como tonto que se deja engañar, cuando en verdad no tenían un pelo de tontos, eran muy inteligenes y sabían defenderse bien. Vaya forma más extraña de defenderlos.