Mensajepor falerito01 » Dom Mar 30, 2014 11:23 am
Las negociaciones con Goldman Sachs se dan en paralelo con otras que viene llevando adelante el equipo económico y el jefe del Central, Juan Carlos Fábrega, con bancos de inversión internacionales. Goldman sacó un cuerpo de ventaja después de haber establecido un vínculo fluido con el Gobierno desde diciembre pasado. El consejo de administración de la entidad estadounidense tomó para esa fecha la decisión de retomar sus operaciones con la Argentina, luego de haberse retirado del mercado local por más de una década. Las conversaciones dieron forma al crédito con el BCRA, pero exceden ese hecho. Alcanzan a otro tema clave: el armado de una ingeniería financiera para dar solución al litigio del Estado nacional con los fondos buitre. La alternativa más firme es que Goldman aporte capital propio para comprarles a los holdouts los bonos impagos desde 2001, los cuales después entregaría al Gobierno a cambio de otros títulos. Allí obtendría una primera compensación, pero el mayor interés de Goldman está puesto en firmar un convenio con el Ministerio de Economía para convertirse en agente financiero de futuras emisiones de deuda.
Mientras el Gobierno avanza en esa línea, todavía con varios capítulos a definir y otros bancos extranjeros interesados en cumplir el mismo rol, el crédito con Goldman por 1000 millones de dólares es un fuerte mensaje en sí mismo. En primer lugar, el Banco Central podrá mostrar un aumento de las reservas después de haber atravesado una etapa de caídas profundas –en enero y febrero– y otra de estabilidad con tendencia declinante –en marzo–. El Gobierno buscará que el ingreso de esas divisas sea leído como el inicio de un nuevo proceso de recuperación de las reservas, que se completará con la liquidación de la cosecha de granos a partir de abril y hasta mitad de año.
Si ese escenario se concreta tal como lo proyecta el equipo económico, el horizonte cambiario quedaría despejado, lo cual permitiría empezar a bajar las tasas de interés que treparon hasta casi 30 por ciento luego de la devaluación de enero.
Otro objetivo del Gobierno para cerrar el crédito con Goldman Sachs es demostrar a los actores económicos locales y del exterior que la estrategia emprendida hace seis meses de disipar tensiones en el frente externo va dando resultados. El acuerdo con Repsol por la expropiación de YPF, el pago de sentencias a tres empresas de Estados Unidos y Europa que habían ganado juicios a la Argentina en el Ciadi (tribunal arbitral del Banco Mundial), los cambios en el índice de inflación y el PBI con el respaldo técnico del Fondo Monetario y las negociaciones para resolver el default con el Club de París son parte de ese plan. El interés de las autoridades con todo ello es recuperar el financiamiento internacional desactivado desde la crisis de 2001.