Mensajepor adxrsi » Vie Jul 17, 2015 6:36 pm
La verdaderas intenciones detrás de los mediáticos allanamientos del Juez Bonadío
Cómo el magistrado utiliza las causas bajo su órbita para condicionar el avance de los que tramitan en su contra en el Consejo de la Magistratura.
El titular del juzgado federal Nº 11 es uno de los magistrados más cuestionados del país. En la comisión de disciplina y acusación del Consejo de la Magistratura – el organismo encargado de velar por el correcto funcionamiento y administración del Poder Judicial – tramitan diez expedientes contra Claudio Bonadío con denuncias por mal desempeño.
Entre las denuncias se destacan las acusaciones por demorar las investigaciones en la causa “Tandanor” – por la venta del principal astillero público durante el gobierno menemista, del cual Bonadío fue funcionario antes de asumir la magistratura; y la causa “Yoma” – por la defraudación a la administración pública por parte de la curtiembre de la familia presidencial del ex presidente Carlos Saúl Menem.
De las diez denuncias, solo una está hecha por un miembro del FPV, el ministro de Justicia Julián Álvarez. “Claudio Bonadío es un juez que extorsiona con sus causas judiciales”, dijo el titular de la cartera de Justicia cuando presentó su denuncia en 2014. Allí Álvarez definió los allanamientos mediáticos del polémico juez como “operaciones escudo”, que persiguen el único objetivo de impactar en los medios y así protegerse de las acusaciones en su contra.
Como en un juego de damas, a cada avance de un expediente disciplinario, el juez federal contestó de manera extorsiva con medidas en alguna de las causas que maneja. Un ejemplo de esto es la llamada causa “hemofílicos”.
Se trata de la investigación por el contagio masivo de más de mil doscientos pacientes hemofílicos con los virus de HIV, Hepatitis B y Hepatitis C, en donde se acusaba a los laboratorios Bayer, Gador, Inmuno y Mereiux de entregar medicamentos contaminados. Según consta en la expediente – repleto de quejas de las víctimas ante la cámara de alzada- Bonadío demoró injustificadamente por más de tres años la citación a indagatoria de los acusados. Más tarde, el juez declaró en dos oportunidades la prescripción de la causa, decisiones revocadas por la Cámara de Apelaciones.
El 7 de agosto de 2014, Bonadío fue citado a comparecer ante el Consejo de la Magistratura y rendir cuentas de su desempeño en esta causa.
Ese mismo día el juez dictó el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou como partícipe necesario del delito de falsificación de documento público en torno a un formulario 08 de un Honda CRX modelo 92. La causa Hotesur repite el mismo procedimiento.
En noviembre del 2014 se renovaron las autoridades en el Consejo de la Magistratura. El cambio de consejeros implicó un retroceso de los sectores corporativos y conservadores representados en el órgano. Se nombró por primera vez una mujer al frente del Consejo, se desplazó al administrador del Poder Judicial, quien era un hombre muy cercano a Lorenzetti, y fueron designados como consejeros Julián Alvarez y Eduardo De Pedro, reemplazado en 2015 por Anabel Perez Sagasti.
El 20 de noviembre de 2014, el mismo día que el plenario del Consejo se reunió por primera vez con las nuevas autoridades constituidas, Bonadío realizó múltiples allanamientos en la empresa Hotesur, la AFIP y la IGJ, con alto impacto político. Fue la primera vez que tomaba medidas en la causa, y que utilizó a la Policía Metropolitana para sus actuaciones.
El juez Claudio Bonadío utiliza las causas judiciales bajo su órbita, con el objetivo de condicionar el avance de las causas y expedientes que tramitan en su contra.
El jueves 16 de julio de 2015, Bonadío fue apartado por mal desempeño en la causa Hotesur por la Cámara Federal, que advirtió que el magistrado “perdió la imparcialidad y violó el derecho a defensa de los imputados”. Al día siguiente, el juez allanó con la Policía Metropolitana a YPF, Enarsa y el Ministerio de Planificación, apelando a otra causa que dormía en sus despachos.