No es nuevo pero aca hay una papa grande y destapan la olla pronto
El grupo Bemberg se prepara para desembarcar en el negocio petrolero
Los ex dueños de la cervecería Quilmes se sumaron al grupo de empresarios argentinos que buscan petróleo y gas. Lo harán a través de su principal empresa generadora de energía.
“��Métanse en el negocio petrolero”. Cuentan allegados al presidente Néstor Kirchner que esa fue una de las órdenes que dio el primer mandatario a la llamada burguesía nacional, que respondió al pedido. Carlos Miguens Bemberg, que el año pasado cambió las burbujas de la cerveza Quilmes por la energía con la compra de los activos locales de la francesa Total por más de u$s 600 millones, comenzó a preparar el terreno para seguir los consejos presidenciales. En un comunicado enviado ayer a la Bolsa, Central Puerto, la compañía de generación eléctrica adquirida el año pasado por Sadesa, brazo inversor del ex Quilmes, anunció que modificará su objeto social. El texto nuevo contempla la exploración y explotación de yacimientos petroleros y la compra, venta y explotación de equipos de perforación y extracción de hidrocarburos. Allegados a la compañía aseguraron a El Cronista que las oportunidades de inversión que rastrea Central Puerto están relacionadas con la búsqueda de hidrocarburos. “Las ambiciones del grupo de control en materia energética son muchas. Hay varios proyectos importantes bajo análisis”, aseguraron. A pesar de que los Bemberg también son dueños de la hidroeléctrica Piedra del Aguila y de otras empresas energéticas, un estudio que encaró Sadesa reveló que Central Puerto debería ser la elegida para canalizar los nuevos desembolsos. En principio, la empresa no encarará proyectos petroleros desde cero, sino que intentará ir en asociación con otras firmas. En un contexto en que la oferta de gas y de petróleo en la Argentina viene en caída desde hace varios años y la demanda en aumento, el oro negro comenzó a llamar la atención de algunas de las principales billeteras del país. A eso se suma la promesa de buenos precios. A nivel local, la falta de gas hace suponer a los empresarios que continuará el reacomodamiento de tarifas, sobre todo a industrias y usinas eléctricas, mientras que la alta cotización del crudo (el WTI cerró ayer a u$s 75,05), hacen al negocio interesante a pesar de las retenciones que impone el Gobierno. Los Bemberg engrosarán una lista cada vez más amplia de empresarios argentinos que quieren hincar el diente en las ganancias petroleras. Entre ellos, la familia Werthein -accionistas de Telecom y de La Caja- que junto a los Sielecki, dueños del laboratorio Phoenix, conformaron una UTE para participar en licitaciones de áreas petroleras. Ernesto Gutiérrez y Eduardo Eurnekian, dueño de Aeropuertos Argentina 2000, tienen en marcha la creación de una petrolera. También iniciaron planes el ex dirigente futbolístico Daniel Lalín, cuya nave insignia es Oxipetrol; los dueños de medios Daniel Vila y José Luis Manzano, a través de Ketsal (están a punto de cerrar la compra de la petroquímica Carboclor); el empresario eléctrico Omar Álvarez; y las firmas patagónicas Raiser y Energial. La figura más resonante de ese grupo es el banquero Enrique Eskenazi, quien intenta cerrar la compra de un 25% de YPF, en lo que promete ser el negocio del año.