Mensajepor Kubrick » Dom May 16, 2010 3:54 pm
Restan pagos por unos $9.674 M y u$s10.700 M en cuatro años
Economía avanza hacia nuevos mecanismos para renegociar los vencimientos de corto plazo
10-09-2009 / Hay una valoración positiva del curso de la crisis y eso mejoraría las condiciones de negociación. En el Gobierno creen que es tiempo de “acelerar las acciones” para el retorno a los mercados.
Infografía: Buenos Aires Económico
La política financiera del Gobierno va a “seguir activa” en su estrategia de manejo de pasivos. Eso significa que se seguirá trabajando con el objetivo de “equilibrar la curva de vencimientos de deuda” de corto plazo y se hará todo lo necesario para volver a los mercados voluntarios de crédito. Creen que es momento de “acelerar las acciones” para ese retorno. Así lo confirmaron fuentes oficiales a este diario. La decisión está apoyada, además, en una valoración positiva del curso de la crisis internacional y del escenario económico local.
La definición fue anticipada, en los hechos, por las posiciones entusiastas del ministro de Economía, Amado Boudou, y el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, este lunes pasado.
Al presentar los resultados del canje de deuda, Boudou explicó que “para el conjunto de los bonos elegibles, más del 60% lo estamos llevando para adelante”.
Ese mismo día, señalaron que el esquema financiero está concentrado en el tramo corto de la curva de vencimientos, que en su totalidad suma unos $45.000 millones en títulos ajustables por CER.
Según la información del Ministerio de Economía, los próximos vencimientos llegarán con los bocones previsionales PRE 5 (residual por $4 millones) y PRE 8 (residual por $260 millones) que caducan en enero del 2010, mientras que los $112 millones del PR 11 tienen vencimiento en diciembre del año próximo.
A éstos se suma el Boden 2011 en pesos que fue entregado al Banco Central como garantía del rescate de las cuasimonedas establecido en el Programa de Unificación Monetaria, que representa parte de la deuda de las provincias con el Gobierno nacional. Con una emisión por $7.800 millones y una tasa de interés del 2%, vence a fin de abril del 2011. Además, a mediados del 2012, ya en la mochila financiera de una nueva administración, se suman los 1.500 millones del Bonar Arg V en pesos emitido por la Nación.
El otro Bonar V, en dólares, con una emisión por u$s1.500 millones, vence en marzo del 2011 y engruesa las obligaciones en moneda extranjera con dos pagos de u$s2.500 millones por el Boden 12.
DERRAMAR. La política financiera oficial se apoya en tres ejes: la resolución de las necesidades financieras, la sostenibilidad de la deuda y el contexto de aplicación. Ese último punto es el que comenzó a acomodarse en los últimos meses con cierta mejora –según evalúan en el Gobierno– del comportamiento de la crisis internacional.
En el Ejecutivo consideran que en lo que resta del 2009 será “un buen momento para acelerar las acciones” destinadas a retornar a los mercados voluntarios de deuda. Es que allí el Gobierno no ve solamente un lugar que funcionará como parámetro de “la normalización financiera”, sino que evalúa que la mejora de la relación con los mercados “derramará en la economía real”.
CURVA. El canje de deuda del 2005 modificó el perfil de deuda. Eso dejó algunos años con una curva de vencimientos más pronunciada que otros. Eso es lo que ocurre de aquí al 2012 y por eso se planteó una política financiera particularmente destinada a “administrar los pasivos”, como repitió una y otra vez el ministro Boudou.
“La administración de pasivos hay que entenderla como una sana y permanente tarea de toda política financiera consistente”, repitieron los funcionarios encargados de diagramar el esquema del canje ante los banqueros con los que se reunieron en las últimas semanas. Fue en el marco del canje de títulos de corto plazo ajustados por inflación, que terminó con una aceptación del 76 por ciento. La tarea quedó en manos de quienes tienen la función específica en la administración central: el secretario Lorenzino y el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino.
Esa decisión no es nueva, ya se había tomado en la anterior gestión. Tampoco es para la coyuntura: en el Gobierno decidieron tomarla como una política continua. No pasó lo mismo con la deuda de largo plazo. Los bonos que vencen en el 2030 no son una preocupación para la administración actual.
Otra situación es la de los Boden 2012, sobre los que se especularon varias aperturas de canje. Son títulos en dólares y tienen un fuerte impacto sobre la curva de vencimientos. Se trata de unos u$s2.300 millones por año y representan entre el 30 y el 40% del total de servicios a pagar cada año. La posibilidad de que se abra una operación de canje no está en los planes oficiales.
Varias veces se evaluó el tema y siempre el resultado fue el mismo: no se dieron las condiciones de mercado. La traducción es que no era conveniente para emisor y tenedores al mismo tiempo.
Una suerte de freno a esos rumores, que fueron condimentados con las versiones sobre imposibilidad de pago, fue la propuesta de adelantamiento de pago del cupón de agosto. La respuesta del mercado fue una aceptación del 2 por ciento. Para el Gobierno fue todo un éxito, porque la interpretación fue que el mercado confiaba en la capacidad de pago y el precio de los títulos comenzó a subir. Pareció una jugada de manual.