Son tiempos de guerra‘, define un abogado tras relatar, con lujo de detalles, cómo un colega lo quiso ‘correr‘ de una transacción que lo tenía como asesor legal principal, al estar involucrado en el rol de parte compradora uno de sus clientes históricos. ‘Lo peor de todo es que no fue el único: me pasó lo mismo con otros‘, agrega el profesional, para completar la anécdota. En un mercado seco en operaciones relevantes -las que aportan los mayores ingresos a los grandes estudios corporativos-, la pelea por conseguir clientela recrudece entre los abogados de la City. Es que el principal problema que enfrentan las firmas legales no pasa por la falta de trabajo -ligado mayormente a litigios y administración de conflictos-, sino por la suba de sus costos.
‘No hay problemas de ingresos, sino de rentabilidad. Los asuntos son igual (o más) demandantes que en la década pasada. Pero se cobran, por lo menos, con un cero menos‘, explica Federico Laprida, socio de Quattrini, Laprida & Asociados. ‘Además, el mercado se contrajo. Ya no da para tantos abogados‘, añade. ‘Si antes había 100 tortas, hoy son 10‘, coincide Baruki González, socio de Errecondo, Salaverri, Dellatorre, González & Burgio. ‘El estudio grande tiene un break even alto. Entonces, debe salir a buscar todo lo que es trabajo commodity para mantener a su gente ocupada y pagar sueldos‘, sentencia Héctor Alegría, socio fundador de Alegría, Buey Fernández, Fissore & Montemerlo.
http://www.cronista.com/notas/241711-ab ... pos-guerra
Ahora entiendo lo de inseguridad jurídica
