Draiko91 escribió:pongo 20mil palos de usd en venta en $40 y bajo la tasa de referencia de 60% a 30%, nadie va a ir al dolar porque con esa pared nadie la pasa, y van a tener que ir esos pesos a revivir la productividad y financiar pymes etc.... pero el gato tiene malisimos asesores economicos el estrella marcos peña
Esa tasa, lejos de ayudar a pymes, anula toda posibilidad de crédito, tanto para las empresas como para los consumidores. Además, al vencimiento de esa tasa, toda esa masa adicional de $, que habrá que emitir porque el Estado no llega a recaudarlos, al no tener correlato en un aumento de producción de bienes y servicios que los absorban, van a ir a precios indefectiblemente, dejándonos en el umbral de una brutal y confiscatoria HIPERINFLACIÓN.
Esto no se soluciona con trucos monetaristas, esto se resuelve política e impositivamente.
El valor de las monedas obedecen al nivel de producción de cada país, no a habilidades financieras. Un país que destruye su aparato productivo y que, dogmáticamente, reniega de industrializarse, siempre tendrá una moneda que no vale nada.
La capacidad productiva de cada país debe estar, al menos, acorde a su población. Nuestra economía produce lo mismo que un país de 5 millones de personas, pero tiene 50 millones. Que me digan que producimos alimentos para 400 millones no sirve, porque porque la producción es ponderada entre todos los bienes y servicios que necesita una población, entonces, al prorratearse con los bienes manufacturados de alto valor agregado, nuestra producción es insignificante.
Una solución aparente, para reducir el número de población, es dejar fuera del sistema a una gran parte de ella, de modo tal que las cuentas cierren. Sin embargo, está comprobado que hay un monto mínimo de gasto que genera cada habitante aunque haya sido abandonado por completo por el Estado. Lo que no se gasta en asistencia se gasta en represión, seguridad y salud pública. Otro inconveniente que tenemos es la extensión territorial, que genera gastos mínimos inevitables por km2.
En definitiva, estamos jodidos, en manos de inoperantes, en ocasiones por total incapacidad, en ocasiones por negación dogmática.