claro, pero los compañuchi que vienen jugandole a la baja ya estan en el osario, se adelantaron demasiado y siempre hay que dejar que el mkt pruebe sus máximos.
Ahora llegó la cuenta del restaurante y hay que pagarla.
Y fuera de joda la gallega puede ser refugio en cierto sentido, ya nadie tiene papeles argentos para quemar.