"¿Qué nos espera con Trump?", fue la pregunta que recorrió ayer todos los despachos de quienes toman decisiones económicas. Y hubo coincidencias con el documento que emitió la AmCham, la poderosa Cámara de Comercio de EE. UU. que cobija a las multinacionales que operan en el país, incluidas las europeas.
Así, se advierte una relación fluida si persiste el alineamiento con Washington declamado por Javier Milei. A la vez, esperan una mayor presión por parte de la Casa Blanca hacia América Latina, vigilando especialmente sus vínculos con China. Además, las corporaciones enfatizan que el mayor proteccionismo que habrá en EE. UU. se traducirá en paquetes de estímulo para aquellas compañías que decidan volver a producir en su territorio.
Mientras tanto, los mercados celebraron con la revalorización del dólar en detrimento de las monedas latinoamericanas y de países emergentes. El dólar fuerte es la contracara de precios débiles en las materias primas, lo que afecta las exportaciones argentinas.
Eso sí, con la llegada de Trump también anticipan un alivio financiero desde el Fondo para nuestro país. “El proceso dependerá de la presentación de un nuevo programa sujeto a revisión por el staff del FMI, la incidencia del departamento del Tesoro entre los socios del board, y de la convicción de colaborar para que Argentina continúe su proceso de transformación y desarrollo”, señaló la AmCham.
Harris admitió la derrota contra Trump
Después de que el republicano alcanzara los 295 electores, 25 más de los 270 que necesitaba para ganar, la vicepresidenta estadounidense reveló que habló con el presidente electo y le prometió un "pacífico" traspaso de poder.
Euforia local. Más al sur, en la Casa Rosada empezaron gestionar una llamada telefónica para invitar a Trump a visitar a la Argentina el año próximo. Se vivió como una victoria propia: "No nos vamos más, nos quedamos hasta 2047", dijo un alto funcionario.
"Propiedad soberana". Ayer también, el Departamento de Justicia de Estados Unidos se presentó en el juzgado de Loretta Preska, que lleva la causa por la expropiación de YPF en Nueva York y, mediante una declaración de interés, pidió

que no se paguen sentencias con acciones de la petrolera, un reclamo que había planteado un fondo buitre en marzo.
