Mensajepor escolazo21 » Sab Oct 14, 2023 1:28 pm
¡Qué chiquero!
por Enrique Guillermo Avogadro (Nota N° 911)
"Mejor que decir es hacer porque, al hacerlas, las cosas se dicen solas".
Micaela Stojadinovic
En el terreno local, las peripecias penales de los miembros de la asociación ilícita que nos gobierna –por nuestra exclusiva responsabilidad- tienden a agravarse con el transcurso de los días. Lamentablemente, no me refiero a la Justicia argentina, siempre remolona y dependiente de los vientos políticos, sino a los jueces de Uruguay y de Estados Unidos, tal como describió Carlos Pagni en su nota del jueves en La Nación.
El lunes 24 de septiembre, días antes de conocerse el “Bandido-gate”, denuncié a Martín Insaurralde ante los Tribunales platenses por defraudación a la administración pública y enriquecimiento ilícito, en razón de la división de su sociedad conyugal, saldada con el escandaloso pago a Jesica Cirio de US$ 20 millones. El Juzgado de Garantías 3, de La Plata, se declaró incompetente y giró el expediente a su colega 1, de Lomas de Zamora el cual -sin sorprenderme- ni siquiera me ha citado a ratificar la denuncia, el paso inicial de todo proceso penal.
En cambio, se acelera el trámite de otra denuncia formulada por Graciela Ocaña ante la Justicia uruguaya, que ya está investigando a las sociedades por las cuales transitaron los fondos requeridos para desinteresar a la modelo. Por su parte, la jurisprudencia norteamericana ha establecido hace tiempo que sus tribunales son competentes cuando se utilizan dólares y, sobre todo, cuando éstos circulan a través de su sistema bancario. Pagni hizo un quirúrgico análisis de varios sucios movimientos de actuales o antiguos funcionarios kirchneristas y las actuales pesquisas, ya a cargo del Juez Julián Ercolini, permitirán conocerlos en profundidad, generando nuevos escándalos.
¿Cuál será el verdadero impacto de estas revelaciones sobre el caudal de votos de Unión por la Patria, en especial en la crucial Provincia de Buenos Aires? La profunda preocupación al respecto ha llevado al pero-kirchnerismo a lanzar otra lamentable campaña clientelista, repartiendo a mansalva heladeras, bicicletas, cocinas, colchones y chapas para las viviendas precarias de su electorado pretendidamente cautivo; si pudiera aprender de la historia reciente, sabría que un esfuerzo similar no impidió su estruendoso fracaso en las legislativas de 2021.
Por otra parte, hablaría mucho peor de nosotros como país si, a pesar de todo ese chiquero en cuyo barro se revuelca el oficialismo a diario, Unión por la Patria y su Aceitoso candidato conservaran un 25/30% de los votos. Y qué decir si Axel Kiciloff, tan manchado de chocolate y que tan caro nos ha costado con sus desaguisados internacionales, cuyas monstruosas facturas seguirán llegando, lograra su reelección en una provincia en la cual las normas son el hacinamiento en viviendas precarias, la falta de agua y cloacas, la inseguridad cotidiana, el rampante narcotráfico, la estragada educación, la inexistente salud, la politización de los gremios docentes y la enquistada corrupción.
Sigo creyendo que las encuestas que UxP divulga no son más que globos inflados para darse ánimo e intentar, para entrar en el ballotage, retener un voto que claramente huye, a caballo de una inflación cada vez más desbocada (12,7% en septiembre, superando hasta a la destruida Venezuela) por las toneladas de billetes que el Ministro/candidato hace llover sobre una ciudadanía que, cada vez, los rechaza a mayor velocidad, dando nuevo impulso a la devaluación del peso que ya tiene, irremediablemente, un piso de $ 1000 por dólar. El desquicio que Sergio Massa ha hecho con la ya desmadrada economía que heredó es de tal magnitud, que ha llevado a la pobreza a un inédito 50% y a la miseria a un apabullante 15%, y debiera impedirle alcanzar ese objetivo.
Estos ocho días que faltan para las elecciones obligan a quienes aspiramos a un país en el que la ley sea respetada, la democracia valorada y la república preservada, a realizar mayores esfuerzos para evitar que, nuevamente, la sociedad elija el abismo, cada vez desde un escalón inferior.