Mensajepor pipioeste22 » Vie Nov 12, 2021 10:55 am
Buen día Colegas!!
Soy maestro de escuela, y si hay algo que aprendemos nosotros día tras día es a tener "Paciencia".
Les quiero compartir una breve historia para aquellos que se frustran porque el papel no tiene el rendimiento esperado en el corto plazo, espero que les sea de utilidad...
"Es época de evaluación y balance en la escuela , la formulación de planteos sobre las metas cumplidas, la frustración por lo no alcanzado... A los maestros nos resulta difícil conocer hasta dónde llegará nuestra influencia en cada niño y en cada niña. Especialmente a los que trabajamos con edades tempranas , sembrando a ciegas-pero con amor , paciencia y esperanza- esas pequeñas semillas, aunque no alcancemos a verlas florecer.
Este relato quizás nos de una respuesta...
Dicen que el bambú japonés tiene un modo muy particular de crecer. Una vez que siembras la semilla, te preocupas por cuidarla y regarla, pero aparentemente nada sucede. Pasan los primeros meses y a la vista no crece. Es más, nada se hará visible durante los siete primeros años.
Esto hace que, quien lo siembra por primera vez, crea que todo es un esfuerzo perdido. Pero algo maravilloso está por suceder durante el séptimo año.
En solo seis semanas, la planta de bambú crece increíblemente…
Aparentemente de un día para el otro crece más de 30 metros.
La pregunta inmediata es: ¿tardó solo seis semanas en crecer? No, en realidad se preparó siete años para dar el gran salto, gracias a la paciencia y a la esperanza de quien la cuidó.
Durante los primeros años, la plantita de bambú estaba creando sus fuertes raíces que le permitirían sostener lo “inmenso” que estaba por venir.
Así trabajamos los docentes, año tras año, muchas veces sin saber si aquello que hemos entregado ayudará a crecer a ese niño o a esa niña. Pero la vida y las historias nos muestran que cada acto de amor y cada entrega ayudan a fortalecer las raíces que sostendrán un futuro enorme pero que comenzó allí: en los siete primeros años.
Cuando sintamos desaliento, cuando estemos muy cansados, cuando no veamos aparentemente resultados en la tarea, solo pensemos que estamos echando raíces, porque nuestro bambú las necesita para llegar muy alto