Mensajepor solatorres » Jue Jul 02, 2020 11:49 pm
Estuve oyendo a Martín Varsavsky opinando sobre la cuarentena. Martín es hijo de Carlos y creo que sobrino de Oscar (al que tuve de profesor de matemáticas), todos ellos de mentes brillantes, independientemente de sus posturas políticas (algunas de las cuales compartí siendo muy joven y abandoné cuando empecé a tener experiencias de vida).
Bueno, Martín dice que esta cuarentena que padecemos es un disparate. Por su duración, alcance y metodología. Los muertos son de edad avanzada, por lo que la protección debe extremarse sobre los viejos. Pero el resto del país debería haber retomado su vida normal, con la única precaución general del barbijo y las distancias.
Y es así: mueren 1500 argentinos por día, muchos de ellos jóvenes víctimas del tabaco, de los accidentes de tránsito, de la violencia criminal. No parece preocuparse mucho el gobierno por esas otras formas de muerte: en España, donde vive Martín, la expectativa de vida al nacer es de 82 años. En Argentina, 77,8, 4 años menos. Hasta los chilenos están mejor: 79,4. Y eso que “sufren” las políticas neoliberales que tanto repugnan a nuestro progresismo (comparar las cifras de los últimos 50 años entre Chile y Argentina es un ejercicio deprimente).
Este gobierno no es de científicos y, ciertamente, mucho menos de CEOs. Es un gobierno en el que abundan mediocres y resentidos, y en el que han tenido que recurrir a “científicos” con ninguna capacitación o experiencia en las áreas a las que se los destina.
Muchos sospechamos que la estrictez y duración de las medidas tiene cada vez menos que ver con la cuestión sanitaria. Y más con la intención de controlar a la población y de evitar que se formulen preguntas incómodas. Con mucho menos, en Chile, los agentes de Maduro y los antisistema locales consiguieron armar un despelote de proporciones. Si aquí se mete –digamos- la CIA a fogonear una revuelta, no sé qué puede pasar.