Los peronchos insisten, pero las cosas van llegando a su fin, sino hay producción, no hay comida, no es díficil.
Es tan elemental que es incréible que no la quieran ver.
Encima el Presidente a una de las Empresas más importantes del pais a su dirigente lo llama miserable, está del tomate Alverso, y así pretende inversiones, no vendrá ni montoto, entonces quién trabaja? Cristina.
Claro que los populistas/peronistas, miran para otro lado, se sirven del Estado por eso quieren màs Estado y su intervención en todo lo que puedan.
Pero precisamente no es el Estado el que crea riqueza, y menos el Estado Argentino, una de las pruebas es Aerolíneas Argentinas, pierde millones de dólares, dicen que alrededor de 700 por año y como si nada, siguen manteniendo a los burócratas y a los sindicalistas.
En Río Turbio hicieron lo mismo, ahora lo tienen a Anibal Fernàndez, con la pala y sacando carbón, los debe estar envasando en bolsa de 5 kilos y vendiéndolas para el asado por su puesto el producido es para él.
Río Turbio ha perdido una cantidad de millones desde hace años que a los peronchos no les calienta, aumentan impuestos y listo, se va acabando, la vaca se va quedando sin leche.
Milei:
Hay que tratar de minimizar la caída de la producción. No podés encerrar a todo el mundo y creer que eso se va a arreglar con emisión monetaria. Porque si todos estamos encerrados la producción es cero y se financia el aumento de gasto con emisión monetaria, eso da que el valor del dinero es cero. Estás gestando la base de una hiperinflación.
Franz Oppenheimer decía que hay dos medios, los económicos, los del mercado, o crear riquezas sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad a un mejor precio. Y los medios políticos, la expropiación del que produce. El Estado no produce nada. Lo único que produce el Estado son impuestos y pobreza. Atacar a los empresarios es como matar a la gallina de los huevos de oro. Si se lleva esa afirmación al límite se va a la estatización de todos los medios de producción. Eso se llamó comunismo y fue un fracaso económico, social y cultural, que asesinó a 150 millones de seres humanos. Es más, cuando se empezó a implementar en la Unión Soviética, en los primeros años, la descoordinación macroeconómica que generó mató de frío a 30 millones de personas. Algunas de las reflexiones que le están llevando al Presidente, lejos de ser una solución, lo único que van a hacer es generar una catástrofe económica y social