quenita escribió:Cuando esta mañana abrí el diario, respiré tranquilo. Las medidas que piensan tomar son una remake de las que disfruté entre 1970 y 1975, durante la presidencia de Allende, la "primavera camporista" y su prolongación. Y aunque estoy muy viejo, el recuerdo de mis mocedades, en Chile y aquí, me llenó de alegría. Si bien ambos gobiernos terminaron con espectaculares hiperinflaciones, gente muy seria de la nueva administración me dice que "ahora es distinto". Claro que lo único que percibo como distinto es que las fuerzas armadas locales no tienen ni para comer, así que las milicias que se formarán serán una garantía para el mantenimiento de la democracia popular.
Lo demás, es puro déjà vu. Gelbard, como ministro de economía de Cámpora, congeló los precios con un corsé bien apretadito. En pocos meses, los cordones del corsé empezaron a cortarse. El estallido fue salvaje.
Pero como "ahora es distinto", sí lloverán capitales. Los controles a su flujo, el impuestazo proyectado, el acercamiento a democracias como la bolivariana y la de Putin (nada mejor para suscitar simpatías entre los inversores) son una garantía de que las cosas se desarrollarán según las previsiones de nuestros neoestructuralistas.
En Chile, los partidos miembros de la Unidad Popular empezaron rápidamente a trenzarse en disputas. Algunos se apartaron del gobierno. Los más aguerridos impulsaron una rápida socialización de todo y una redistribución drástica del ingreso, de modo que los miembros del Partido Comunista, que querían ir despacito, llegaron a ser tildados de "conservadores".
Todo bien. Pero el tema que me inquieta un tanto es qué pasará con nosotros, los "no argentinos" que constituimos "un cáncer a extirpar". ¿Nos extirparán? ¿Nos dejarán en pelotas, tras confiscarnos los bienes, vía impuestazos sobre impuestazos? Yo hice un poquito de dinero (ni remotamente comparable al crecimiento meteórico de la fortuna de la "exitosa abogada") como funcionario de una empresa meritocrática (¡horror!). Veo que la actual tendencia es que todo sea igual, "lo mismo un curda que un gran profesor", y para eso se deberá tirar a los leones a los competentes, como en Venezuela, para que el pueblo surja. La meritocracia es tabú, así que los pocos que la integran serán reemplazados por "militantes" que no saben sacar una raíz cuadrada.
Ya viví esto varias veces. Y estoy viejo y cansado. Como me han aconsejado algunos "progresistas", tal vez me suicide.
Con todo respeto, no soy tan pesimista, no por confiar en la capacidad y honorabilidad de los que asumen sino por lo que la cruel realidad les impondrá inexorablemente. Por otro lado no tema a la vía chavista ya que tiene en contra al 90% de la población argentina.
Creo que Fernández probará primero con el gradualismo de un pacto social que fracasará en 3-6 meses, de ahí en más el desbarajuste económico generado lo obligará a realizar un giro promercado a lo Menem con liberalización económica, flexibilidad laboral, reforma jubilatoria (edad jubilatoria para mujeres mínimo 63 años), etc. Lo intentará vender con relato nac y pop para el público zombie cristinista mechándolo con aborto, cannabis y otros temas caros al sentimiento psicobolche.