Mensajepor ljscodex » Vie Oct 05, 2018 9:11 am
El lector avispado podrá apreciar que cambiamos el orden en la presentación de sus números contables. Esto lo hacemos al solo fin de una mejor comprensión de los resultados (como entidad de segundo nivel, no adhirió a las normativa del BCRA respecto a las NIIF). Cuando analizamos un balance hay un ejercicio que nos gusta hacer para identificar que factor o factores son las que realmente marcaron la diferencia. Así vamos eliminado las distintas líneas, hasta que el resultado se invierta. En el caso de este grupo, si bien se anotan mejoras significativas en los resultados que obtuvo por comisiones (+51%), lo que percibió por diferencia de cambio (279% merced a la magia de la devaluación), y en el acotado incremento de los gastos operativos (25%, debajo del 29,3 de los precios minoristas), son los ingresos por intereses o similares, con un neto de $562 millones o 34% / $327 millones más que lo que conseguía a junio de 2017, y dentro de estos la renta que obtuvo con su cartera de títulos valores, lo que marcó la diferencia aportándole $563 millones, esto es 139 por ciento más que lo que conseguido doce meses antes (el lector sabrá estimar el efecto de la variación de los activos financieros desde entonces en estas líneas).
Lamentablemente, esta, que pretende ser una de las que integren eventualmente el demorado panel de las blue chips locales que nos prometiera ByMA (integrado por las listadas con los mejores estándares de gobernancia corporativa) y a pesar de ser una de las sociedades más difundidas entre los inversores, nada significativo nos dice sobre su futuro más allá de repetir lo de antes. Así quedamos en el vacío en cuanto varias cuestiones, por ejemplo la posible decisión de su desaparición o no, en favor del Banco de Valores SA, su principal activo. Gana en estos seis meses $317.242.259, 71 por ciento más que lo logrado un año antes.