Y el mar se encrespa. El barco se convierte en nuez. Pintita se pasa la mano por el jopo, que se desacomoda. Se desorienta. No sabe bien dónde está. Peor, ni a dónde va. Se ha tomado un derrotero peligroso. Rodeado de arrecifes. En uno cualquiera se puede encallar.
No se vino a ordenar las cuentas. A hacer maquillaje. Y dejar todo más o menos como estaba. Como estaba y estuvo en los últimos, año más o menos, sesenta años. Se vino a atacar la raíz del yuyo. No a podarlo. Y nada es gratis.
Se vino a impulsar una economía más abierta a la competencia con el exterior y un crecimiento apuntalado por la inversión y las exportaciones, hasta un aumento de la eficiencia del Estado con impacto sobre la infraestructura y la productividad y mejoras institucionales que modifiquen reglas de juego cristalizadas. Se vino a buscar la pobreza cero, con resultados, no con historias de pampa adentro.
Y las medidas que hay que tomar, las primeras, son chocantes y en sentido opuesto al resultado al que se apunta. Paradójico a primera vista. Lógico mirándolo a distancia.
Estamos en un barco que cruje y pareciera que se parte. Nadie se tira. Porque la opción es peor. O mejor, muy probable que no haya opciones. A la luz del esquilme que sufrieron las cuentas públicas, del afano literal, en un país que tiene muy poco de República, casi nada de Federalismo. Todo fue (y es?) entongue. La independencia de poderes no existió (ni existe?). Se fundieron, hace rato, en una mafia corrupta.
Nadie se tira del barco, por ahora.
Esto es a todo a nada”. Mauricio Macri repitió esa consigna, casi de guerra, ante cada funcionario que se le acercó para sugerirle una salida política a fin de superar el conflicto por las tarifas.
Las cifras blandidas desde el oficialismo asustan. Juan José Aranguren habló de un bache inmediato de $ 22 mil millones si no puede ejecutarse la refacturación con el tope del 400% que fijó el Gobierno, después de la mala praxis que disparó ese incremento por las nubes. Marcos Peña, el jefe de Gabinete, proyecta una valoración global más aterradora. Habla de $ 80 mil millones que significarían un golpe letal para el Gobierno y su idea de reanimar la economía por medio de la obra pública.
Menos mal que la economía es una película y no una fotografía, porque hasta ahora la fotografía de 2016 provoca escozor. Datos del segundo trimestre reportados por la consultora Abeceb anotan caídas generalizadas y grandes. Como 3,6% en el PBI anualizado; casi 19% en la construcción; 5,4% para la industria; 10,9% en la producción automotriz y 6,6% en las ventas de supermercados y shoppings. Casi ni hace falta decir que detrás de un cuadro así de recesivo asoman la inflación y el deterioro del salario real.
Demorada por los tropiezos de la gestión, ahora la apuesta consiste en lograr un repunte de la economía y un índice de inflación del 1,5% mensual durante el último trimestre. Ambos de éxito pleno dudoso, según buena parte de los analistas.
Todos los pronósticos de mejora que arriesgaron los funcionarios no se cumplieron. La inflación sigue viva. El paciente no murió. Pero sigue en terapia. Y el pronóstico, reservado.
Pero, hay un dato cierto a tener en cuenta. El paciente está destinado a vivir. No puede morir. No hay corona de laureles que lo haga morir con gloria.
Y el momento crítico ya lleva nueve meses. Tiene que parir en cualquier momento. Y debe ser algo bueno.
Posteado el 04/05/16
ROP escribió:En el momento más crítico:
El barco atraviesa el temporal. Las olas de 18 metros. El viento en ráfagas de casi 100 km/h. Es ahora, es acá, donde se van a ver los pingos.
Hay que encarar las olas de frente. De costado sería suicida.
El catedrático de Harvard movió ficha bajando apenas el 0.5% las tasas de las Lebac. Una inconmensurable cantidad de plata está prestada a tasas del 37.5%. Una montaña, casi como el Annapurna.
En el mercado no hay pesos. Están todos ahí en las Lebac y en los plazos fijos. "La gente" cortó los gastos y mucho más a futuro con tarjeta. "Todo el que tiene un mango" lo pone a plazo. Como en las viejas épocas.
Nadie consume. Se para la actividad. Las pequeñas empresas y el comercio están atrapados. La desocupación a punto de parir mellizos. La ahora opo quiere tapar el sol con un dedo y propone congelar despidos por un tiempo. Y ahora?
Hay sectores que no cerraron todavía paritarias. Los sindicalistas se hicieron señas. Pareciera que mínimo un ancho tienen. La inflación anual al 30 de abril en el 40%. Los sueldos con paritarias cerradas se van hundiendo debajo de la inflación.
Las fichas se apuestan al doble 00. Al futuro. Al horóscopo. A la fe. Al uníso repiten, en el segundo semestre despegamos. "La gente" confía y espera. Y el que espera desespera. El ministro Frigerio anuncia que en setiembre la inflación cae en picada al 1% mensual, y reza el rosario todas las noches.
Es ahora, es hoy, es acá. La realidad dibujada en cada ola sacude el barco a un lado y a otro. Sin ritmo. Sin lógica. Es el temporal, la furia de los dioses, que hacen saber lo que se hizo mal.
Y ahora? Estamos en manos de la madre naturaleza. Es de noche. El sentido de supervivencia al límite.
Y ahora? Quién podrá defendernos? Del Chavo sólo hay repeticiones. Es un héroe en los libros de historia.
Pintita Alfonso gira el timón como el plato de una ruleta. Mientras no se despeine hay esperanzas.