Mensajepor quique43 » Mar Abr 05, 2016 6:29 pm
La verdadera Asociaciòn îlicita montada por los Kirchner comienza a destaparse con toda intensidad, una gran pena realmente porque fuè montada desde los màs alto del poder, en que la gente confìa cuando vota, pero èstos sinverguenzas vinieron con el argumento preparado desde Santa Cruz, y se llevaron puesta a la Repùblica. Ojalà se haga justicia, y le marque a la gente que participa en polìtica, que hay lìmites, y tambièn puede haber càrcel, el pueblo lo necesita imperiosamente.
Los Sauces¨:
La caída
Por estas horas y a la vista de lo que está ocurriendo, la vertiginosidad con que se precipitan los acontecimientos y el peso de las noticias, sobre causas, hechos de corrupción, detenciones y nuevas denuncias que ocurren en el país, especialmente vinculadas a los últimos 12 años de gestión política del kirchnerismo, se va desmoronando más temprano que tarde, no solo el relato K, que ya estaba destruido por su propia inconsistencia, sino que se hace evidente la implosión del “modelo” y la caída del cascarón ficticio que los envolvía, poniendo al descubierto los negocios sucios, la maquinaria aceitada que durante la década ganada llenó los bolsillos de sus manipuladores y deja en carne viva la gran pudrición que atraviesa uno de los periodos más corruptos de la historia del país, donde, además de vaciar las arcas del Estado, endeudar al país y generar enormes brechas sociales, cavaron una grieta que divide a toda la sociedad que hoy puede ver la verdad existente detrás de todo aquel cuento: una metáfora modificada del “roban, mientras parece que hacen (pero no hacen)”.
La imagen de Jaime detenido, con la cabeza baja, su mirada perdida, caminando como un viejo, con vaya a saber qué ideas sobrevolándole la cabeza, y sus declaraciones cargándole el fardo al finado, es tan patética como esperanzadora, para quienes durante 12 años han contribuido con su esfuerzo, a sostener un país gobernado por una asociación ilícita de tal magnitud que es incalculable lo que se han robado.
La encerrona judicial que sufre Lázaro Báez, Cristóbal López, las nuevas causas contra la máxima responsable del saqueo, Cristina Fernández, Máximo y sus socios comerciales, la mira de la justicia ahora centrada en Julio De Vido, en Aníbal Fernández y otros peones menores del ajedrez K, comienza a ser una realidad que hasta hace algunos meses atrás estaba prácticamente erradicada del futuro kirchnerista, quienes se veían tras el continuismo que le daría Daniel Scioli, tiempo en el que prepararían sus baterías para volver recargados, por todo… o al menos por lo que quedara, después de tanto desfalco y corrupción.
Sin necesidad de ley
Jaime, sin ningún incentivo legal, comenzó a hablar y a conectar a Néstor Kirchner, a su esposa y a Julio de Vido, con aquellas causas donde está imputado y ahora procesado y seguramente será condenado. Es una condición normal en estas circunstancias. Esto que parecía ser “una mafia”, no llegaba a tal estatus, era solo una pequeña banda de ladronzuelos sin estrategias pero mucha ganas de hacer plata, en poco tiempo. Y el miedo es tal, de parte de los imputados, que ellos solos y sin necesidad de la “ley del arrepentido”, hablarán hasta por los codos, cuando vean que después de haber sido funcionales al enriquecimiento de la familia K, hoy son los únicos que pagan las facturas judiciales.
En minería se dice que “llueve el techo”, cuando hay derrumbes dentro de las galerías; al kirchnerismo les llueve el techo, producto del impiadoso arrasamiento de la República que llevaron a cabo mofándose de los argentinos que por 12 años contribuimos a renovarles el poder y aportamos a su enriquecimiento ilegal. Hoy, el fin de los tiempos se acerca a una velocidad impensada. Solo hacía falta que los jueces despertaran, los fiscales trabajaran y si bien aún permanecen en las sombras jueces federales cobardes y corruptos, es de esperar que el fenómeno imitativo de impartir justicia, se apodere de ellos y aunque sea por miedo al escarnio público, saquen, al menos, la mínima dignidad como para cumplir con su trabajo.
Ni Macri ni los gobiernos que vengan, podrán actuar con tanta impunidad como lo hizo el kirchnerismo, porque este destape de la corrupción está marcando a fuego a los argentinos, que observan cómo fueron engañados, defraudados y estafados, por un puñado de iluminados que un día llegaron desde el sur con una mano a tras y otra adelante y en una década, pasaron a millonarios sin escalas y a reírse de todos nosotros y perseguir a los que les oponían.
Al menos, uno espera que en la caída muestren dignidad y no terminen escondidos en los placares, como el testaferro de Jaime. Hay un viejo dicho popular que es estrictamente cierto: no cometas el delito si no puede pagar la condena. Cuando una persona decide caminar torcido y practica los delitos de guantes blanco, debe afrontar las consecuencias que no son menos pesadas que aquel criminal que empuñó un arma para robar, con la cara tapada. (Agencia OPI Santa Cruz)