Mensajepor Alfredo 2011 » Mié Ene 21, 2015 2:29 pm
BETO VALDEZ. HOY
A medida que avanza el escándalo por la muerte de Nisman el clima se va enrareciendo a pasos acelerados dentro y fuera del gobierno.
Desconcierto. Así viven este affaire los K. Cristina encerrada y hermética, Berni golpeado y el gobierno sin capacidad de respuesta.
También se respira clima de desconfianza entre ministros y funcionarios. Muchos nervios porque no manejan la agenda y están a la deriva.
El caso que genera más preocupación puertas adentro del gobierno tiene que ver con la difícil situación de Parrilli al frente de la SI.
Resulta evidente que Parrilli no desembarco en la SI por ser un hombre de confianza de CFK sino para "emprolijar" y no quedar pegado.
El jefe de la SI aparece vinculado por haber financiado con la caja de la Secretaria General de la Presidencia a Bogado y compañía.
El problema es que la bomba explotó antes y por eso sale a despegarse diciendo que Bogado no es empleado de la SI. Queda muy golpeado.
La otra cuestión que los preocupa tiene que ver con los próximos pasos de Bogado. Cree que La Campora le soltó la mano y teme por su vida
Bogado puede ser la clave de la investigación por sus vínculos con los iraníes y su llegada directa a CFK y a Máximo. Un blanco movil.
La situación de Pocino también se sigue deteriorando, especialmente dentro de la SI, donde no es muy popular. Stiusso se la tiene jurada
Milani es otro de los golpeados. Muchos K creen que se está pagando demasiado costo político para tanta ineficiencia y pocos resultados.
La meteórica carrera del general puede tener sinsabores en la justicia a partir de febrero y quizás sea un buen fusible para el gobierno
Aunque por ahora todo es confusión. El kirchnerismo aun no hizo control de daños y espera, como siempre, que baje el tema de los diarios
Paradójicamente, en la vereda de enfrente del gobierno no hay nada claro. La dirigencia opositora aparece sin brújula y con miedo.
Y como si esto fuera poco, en el mundo empresario crece el temor. Circulan versiones sobre una supuesta ola de secuestros extorsivos.
El encarecimiento del clima es tal que muchos empresarios van a reforzar su seguridad solo frente a un rumor que circula.
Evidentemente la muerte de Nisman ha provocado que políticos, jueces, fiscales, periodistas y empresarios ya no se sientan seguros.
Tremenda psicosis. "Quien será la próxima boleta y "Esto recién empieza", son las frases más escuchada en el círculo rojo.