Mensajepor quique43 » Jue Sep 18, 2014 2:40 pm
OPI Santa Cruz. (Los llaman focas aplaudidoras, y bueno asì serà).
16/09 – 12:30 – Después que Máximo Kirchner tiró la piedra, inmediatamente se agitó el avispero de las mismas focas aplaudidoras que recurrentemente sonríen y mueven la cabeza, ante cada palabra de la presidenta, por más inexacta o ridícula que parezca. Aparecieron los que encuentran al hijo presidencial humilde, trabajador, entrenado, comprometido, conectado, esclarecedor y con capacidad de conducción. Todo, tras pedir (indirectamente) la re –re de CFK. Para finalizar, incluímos una curiosidad del reino animal, sobre el comportamiento de los pavos. (Por: Rubén Lasagno)
Como lo adelantamos en otra columna, Máximo, que no puede mostrar el mínimo curriculum, porque no lo posee; nunca trabajó, jamás estudió, no se le conoce experiencia en labor profesional alguna y siempre fue un mantenido (recordemos que su incorporación a la inmobiliaria Sancho, para administrar los bienes de su familia, fue una necesidad que vio Néstor, para sacarlo de la vagancia que lo embargaba, dicho en círculos íntimos por su propio padre), les ha dado pie a quienes esperaban la posta para tomar la iniciativa de instalar el objetivo (hoy desesperado) del kirchnerismo: la re-re elección de Cristina.
Como eso es imposible, constitucionalmente, los pavos aduladores que circundan el mundo K, salieron a redoblar el desafío: ¿A que la oposición no se anima a enfrentar a Cristina?, propusieron. Claro, si la oposición se animara (apuestan), apoyaría la reforma constitucional (para lo cual no les alcanzan las manos al kirchnerismo en soledad) y aceptaría el convite en las urnas (¿?). Así planteado yo tiendo a pensar que realmente el krichnerismo tiene una enorme subestimación por el otro, o bien, conoce demasiado a la oposición.
Personalmente, creo que hay que ser muy estúpido para plantear la posibilidad de que la oposición habilite a Cristina, partiendo de un desafío ridículo y extemporáneo como éste, planteado desde un atril, por un desocupado que no representa a nadie. Pero el kirchnerismo lo intenta… y por algo lo intenta. No sea cosa que en pocos días más, escuchemos a algunos “opositores” encontrarle “un lado positivo” a esto de reformar la Carta Magna, para permitirle a la presidenta volver a presentarse.
Como era de esperar, después que habló el muchacho sin ocupación, aparecieron los repetidores seriales y se han podido escuchar los más inverosímiles argumentos; aquí van algunos y su respectivo