Mensajepor HerrX » Mar May 06, 2014 9:45 pm
Repsol se deshace del 12,4% de YPF y acelera la venta de bonos argentinos
2014-05-07 00:00:33.759 GMT
Por Daniel Badía/Inés Abril/ Miguel Ángel Patiño.
Madrid, 5 de mayo (Expansión) -- quiere recaudar 6.000 millones de
dólares con ambas operaciones/ La petrolera coloca, a través de Morgan
Stanley, el paquete que le quedaba de la filial argentina por unos 1.300
millones de dólares.
Repsol quiere acelerar su salida de Argentina. Ayer, en un movimiento
inesperado tras el cierre de Wall Street, se deshizo de golpe del 12,4% que
aún le quedaba de YPF por importe de unos 1.300 millones de dólares (933
millones de euros). Encargó la operación a Morgan Stanley, que vendió en
bloque las acciones a un precio de entre 27,6 y 27,9 dólares por título, lo
que supone un descuento inferior al 2%. Al cierre de esta edición, la
compañía aún no había comunicado al mercado los detalles de la transacción.
Estaba previsto que la compañía esperara a la presentación de
resultados de YPF el jueves por la noche para concretar la venta. “Morgan
Stanley le ha echado valor, ha llamado a la compañía porque ha detectado
demanda y ha cerrado con éxito la operación”, apuntan fuentes financieras.
Repsol ya comunicó ayer que desistía de designar a los dos representantes a
los que tiene derecho dentro del consejo de administración de YPF en virtud de
esta participación que todavía mantenía.
Venta de los bonos
Y no va a ser la única desinversión que haga Repsol en los próximos
días. Está previsto que mañana se realice la firma oficial del acuerdo con
el Gobierno de Argentina por el que recibirá los bonos, con un valor nominal
de 5.000 millones de dólares (3.591 millones de euros), como compensación por
la expropiación de YPF hace dos años, según fuentes financieras.
La compañía presidida por Antonio Brufau quiere iniciar la venta de esta
deuda en el mercado ya entre finales de esta semana y la próxima, añaden las
mismas fuentes, con el objetivo de quitársela de las manos cuanto antes. Tanto
por la venta de YPF y de estos bonos, la compañía quiere obtener 6.000
millones de dólares.
Por tanto, pese a que Brufau apuntó en la última presentación de
resultados del pasado 25 de febrero que había dado instrucciones para vender
en dos años los bonos, los bancos de inversión le han recomendado que lo haga
ya. En este momento, los inversores están ansiosos por encontrar activos que
ofrezcan algo de rentabilidad en un entorno de tipos de interés en mínimos
históricos. “Estos bonos ofrecen cupones de entre el 7% y el 9% y Argentina
lleva sin emitir más de diez años, por lo que se venderán fácilmente”,
indican fuentes financieras. “Hay demanda desde hace semanas, de gestoras
como Pimco”, añaden.
Por partes
Repsol no va a colocar los 5.000 millones de dólares de golpe porque es
demasiado dinero como para absorberlo en un solo día. Comenzará con una
primera colocación, de unos 1.500 millones, del bloque de mayor tamaño,
conocido como Bonar 2024. En total, esta emisión, de cupón 8,75% y
vencimiento en diez años, asciende a 3.250 millones. Después irá realizando
colocaciones posteriores de este paquete, para ir dándole liquidez, y del
resto de la deuda. “Se espera que en mayo se deshaga de casi todo y se quede
sólo con algo marginal, seguramente con parte de los bonos que vencen en 2033
(llamados Discount 33), que son a más largo plazo y menos líquidos”,
añaden.
Repsol, con todo el dinero que captará, en torno a 6.000 millones de
dólares si se tienen en cuenta los descuentos que se van a aplicar, saldrá de
compras por el mercado (ver pág.18). “Le interesa un negocio non
conventional o energético no tradicional en Estados Unidos o Canadá”,
explican fuentes de mercado.
La compañía nombró asesor para la negociación con Argentina a Deutsche
Bank. Está previsto que el banco alemán participe en estas operaciones, pero
también se sitúan como claros candidatos Goldman Sachs, UBS y JPMorgan, para
la venta de los bonos o las acciones de YPF.
Junto a estos, según se incluye en el contrato, Citi y Bank of America
han ido dándole precios a Repsol para llegar a la valoración final de los
bonos, cuyo cálculo está en manos de EY.