Existen dos grupos de inversores bien definidos: los “smart money traders” y los “noise traders”.
Estos últimos se mueven conforme a las modas, mientras que los primeros se ajustan más al modelo racional.
La volatilidad significa que es mayor el número de “noise traders” que de “smart money traders” de modo que la hipótesis de racionalidad de la HME (Mercados Eficientes) queda en entredicho, el hecho de que un gran número de inversores asegure la eficiencia, ya no es tan evidente.
Los grupos de inversores no son estables, en el sentido de que pueden existir traslados de un grupo a otro (borocotazo), por los motivos que fueran, unos inversores de un grupo que viene tomando sus decisiones de compra y venta de acuerdo a un análisis de tipo fundamental, pasa a tomarlas por análisis de las tendencias (AT).
En la medida en que se mantenga esta relación de inversores con distintos horizontes de inversión, se garantizará que la condición de liquidez sea satisfecha por la totalidad del mercado. En cambio, si la distribución de los inversores fuera unidireccional emergerían problemas de liquidez y por tanto situaciones de crisis.
Los inversores de horizonte corto atienden más a cuestiones de análisis técnico (análisis de la tendencia); mientras que los de largo se centran en factores de carácter económico (como el ciclo económico). Como resultado, obtenemos un precio que es reflejo de la combinación de análisis técnico y evaluación económica fundamental, de modo que los cambios a corto serán muchos más volátiles que los de largo, estos últimos ligados a cambios en el entorno económico. Para unos y para otros la información que evalúan no es en ningún caso la misma, de manera que los cambios en los precios reflejan información sólo relevante para un tipo de horizonte concreto.
Continuara...