En las mesas de dinero de las entidades esperan que en los próximos días el organismo decida "desempolvar" el tipo de cambio y depreciar levemente el peso para evitar una pérdida de competitividad.
Los bancos se preparan ahora para lo que podría llegar a ser, más rápido de lo que presumían, un leve deslizamiento del dólar.Todo conduce, según los ejecutivos, a que el Central se incline por despertar a un dólar que se mantuvo 75 días en torno a los $ 8.
Economistas y banqueros ya presumían desde hace meses que el Gobierno se vería obligado a hacer el segundo ajuste del año en el tipo de cambio; y que, de manera paulatina o rápida, debería llevarlo a $ 9,50 o $ 10 para compensar una inflación que quedará entre un 30% y un 40%.
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