Camila Speziale:
La activista de Greenpeace detenida en Rusia regresó hace diez días al país. En diálogo conINFOnews, contó detalles sobre sus días en prisión,
Tengo que admitir que la Embajada conmigo se porto de diez. El embajador (Juan Carlos Kreckler) estaba en Moscú y se fue a San Petesburgo para acompañarme al aeropuerto, comí con él. Estaba llorando de la emoción. Le tocó mucho en lo personal que me hayan liberado. El cónsul (Jorge Zobenica) me dijo que estuvo muy mal cuando nos dieron los dos meses, que le dolía que estuviésemos en la cárcel. Ya no importaba de qué bando político eras o si apoyabas o no al gobierno, era una cuestión humanitaria. Jorge excedió su trabajo de cónsul. Si no hubiese sido por Jorge, yo no me habría podido comunicar con mis papás. Él escaneaba mis cartas y se las llevaba. Por lo que me contaron mis papás, acá Cancillería se portó de diez también.