De la columna de Zaiat en Pagina.
Resumen de la nota.
Con un nuevo equipo económico el Gobierno decidió cohesionar la gestión detrás de Axel Kicillof, ratificando de ese modo que la conducción política define el rumbo económico. El paso siguiente fue coordinar la acción, que se había perdido en los últimos dos años. Un rasgo distintivo del kirchnerismo fue que subordinó el manejo de la economía a los objetivos determinados por la política. Estos han sido explicitados en más de una ocasión en los discursos de CFK: promover un sostenido crecimiento del PBI, generar empleo, avanzar en la industrialización, distribución del ingreso e inclusión social, con una presencia activa del Estado.
Otra de las características del kirchnerismo en la cuestión económica es que va lanzando iniciativas y definiendo medidas frente a urgencias. Hoy es la restricción externa. Pero la encara con el desafío adicional de no resignar los mencionados objetivos económicos.
La deuda disminuyó del 166 por ciento del PBI en 2002 al 44,9 por ciento en el primer semestre de este año.
Los dólares en el Banco Central han descendido pero 30 mil millones de dólares sigue siendo una suma apreciable. La restricción externa sin embargo está poniendo límites al desendeudamiento con reservas.
El nuevo equipo económico lo sabe aunque rechaza la posibilidad de quedar atrapado en la lógica de sumisión al mercado financiero internacional, definida por los acreedores al momento de prestar dólares. Afirma que tomar ese tipo de deuda es el principio de los problemas, no de la solución porque considera que los indicadores financieros muestran una situación de solvencia y que la actual tensión está relacionada con un problema de liquidez por el menor ingreso de dólares.
Si bien resiste la idea de la colocación de deuda en el mercado, esto no significa que no evalúe recurrir a otro tipo de financiamiento externo para aliviar la carga sobre las reservas.
Kicillof no piensa que endeudarse sea malo en sí mismo, sino que considera que tiene que estar en función del desarrollo. Y lo está si sirve por diferentes vías para aliviar la restricción externa (escasez de divisas) mientras maduran las inversiones energéticas para recuperar el autoabastecimiento y las orientadas a sustituir importaciones y aumentar las exportaciones.