Infonews 01.10.2013 (PARCIAL)
Cristina Kirchner ante las Naciones Unidas
Un discurso que plantó bandera
Temas negociados en Nueva York abren las puertas a cambios políticos y económicos de peso en el futuro cercano.
Mientras en la Argentina algunos medios y dirigentes mediocres perdían el tiempo discutiendo sobre las calzas presidenciales, Cristina planteó en Manhattan una agenda propia con temas que preocupan al país y a la región.
Retrucó los mensajes de quienes la precedieron en el atril de la ONU, especialmente a Barack Obama.
Así como Dilma Rousseff cuestionó severamente el espionaje cibernético que despliega Washington sobre el mundo –justificándose con la lucha contra el terrorismo internacional–,
Cristina ratificó su postura contraria a cualquier ataque militar contra Siria –"no hay guerras justas, sólo la paz es justa", dijo–; señaló la responsabilidad de los países centrales que abastecen de armas tanto al gobierno de Al Assad como a los rebeldes;
que la especulación financiera presiona para que la Argentina entre nuevamente en default y sea castigada por salir del pozo sin utilizar las recetas ortodoxas que le exigía el Fondo Monetario Internacional,
y reiteró la necesidad urgente de reformar el Consejo de Seguridad de la ONU donde aún los vencedores de la Segunda Guerra Mundial poseen un injusto poder de veto.
Marcó con ejemplos históricos concretos el doble discurso estadounidense. Su actual preocupación por la utilización de armas químicas que la llevan a plantear un ataque inminente a Siria, mientras se roció con napalm gran parte de Vietnam y las consecuencias terribles de las dos bombas nucleares que arrojaron en Japón.
También le recordó a Obama que el rechazo que ahora le provocan las fosas comunes, tendría que haberlo demostrado Estados Unidos cuando apoyaba en los años '70 las dictaduras en Sudamérica que hicieron de las torturas, asesinatos y fosas comunes una conducta habitual.
