Con 11 años y el coeficiente intelectual de Einstein, un niño mexicano logró ingresar a Harvard
20/06/2013
El menor cursó en tres meses el 60% de la escuela secundaria y espera sumarse a la carrera de física cuántica de la prestigiosa universidad norteamericana
Con casi 11 años y un coeficiente intelectual equiparable al de Albert Einstein, el mexicano Luis Roberto Ramírez espera terminar el bachillerato dentro de un mes para cumplir su sueño de estudiar física en la prestigiosa Universidad de Harvard, informó el miércoles una autoridad académica de la entidad norteamericana.
Normalmente, los jóvenes de México inician su bachillerato a los 15 años y se gradúan a los 18. Pero Luis Roberto, que cumplirá 11 años el viernes, espera cursar el total de su educación secundaria en sólo cuatro meses, gracias al régimen de educación flexible que está siguiendo.
El pequeño comenzó la secundaria hace apenas tres meses, pero ya superó "con excelentes notas" un 60% del plan de estudios, indicó a la AFP el director del Sistema de Educación Abierta (SEA) del colegio de bachilleres de su localidad, Mario Magaña Juárez.
El funcionario precisó que la escuela acordó acelerar el proceso de enseñanza del menor de modo que el tiempo "no sea un obstáculo para que el niño prodigio alcance su anhelo" 
de poder integrarse al próximo curso de la carrera de ingeniería en física cuántica en la Universidad de Harvard.
"Crear una empresa y vender mis artefactos", ese es el sueño de Luis Roberto, según lo expresó él mismo en un vídeo que publicó el sitio web del sistema de radio y televisión de su localidad, Michoacán.
Luis Roberto aprendió a leer a los cuatro años y fue diagnosticado como superdotado a los nueve. Actualmente es uno de los tres infantes prodigio de México, aunque su madre reconoce que tiene dificultades para "convivir con niños de su edad".
Con un coeficiente intelectual de entre 152 y 160 (Einstein tenía un coeficiente de 160), el pequeño genio aprendió inglés a los cinco años. Ahora también habla francés e inició cursos de chino mandarín.
"Es un niño que, a veces, sus prioridades no son las mismas de las de un niño con un coeficiente normal. Es un niño que se cuestiona cosas diferentes, que tiene gustos diferentes, que aprende muy rápido", explicó su madre, Fabiola Álvarez.
Recientemente, ofreció la conferencia "Implicaciones de la éticas en la ciencia y tecnología" ante académicos de la Universidad Pedagógica Nacional de Zamora.
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